Los dueños de Big Bang, empresa mendocina con 30 años en el rubro, cerraron sus puertas. El 31 de diciembre se vieron obligados a despedir a sus doce empleados porque no cuentan con espacio para trabajar frente a las condiciones impuestas por las comunas.
La decisión de siete departamentos (Ciudad, Godoy Cruz, Luján, Maipú, Tupungato, Tunuyán y Malargüe) de prohibir la comercialización de pirotecnia desde las Fiestas y en adelante ya generó consecuencias negativas para empresarios y familias enteras que dependían de este negocio tan criticado por los proteccionistas de animales.
La Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales, que nuclea a fabricantes, comerciantes e importadores de pirotecnia de venta libre, difundió recientemente que en el país funcionan 90.000 quioscos de venta de pirotecnia y la actividad genera más 1.200 empleos permanentes y más de 60.000 empleos temporarios para la época festiva.
En Mendoza funcionarios de todos los colores políticos están de acuerdo en hacer que este nicho económico desaparezca de una vez y para siempre ya que la iniciativa de prohibir la venta sería adoptada este año también por los municipios de Las Heras, San Rafael y posiblemente Guaymallén.