El origen de Mafalda, la obra que volvió a Quino eterno

El dibujante mendocino es reconocido en el mundo por las historietas de la niña de pelo negro que odia la sopa.

El origen de Mafalda, la obra que volvió a Quino eterno
Quino, Mafalda, Mendoza\u002E

El reconocido humorista gráfico e historietista mendocino, Joaquín Salvador Lavado Tejón, murió este miércoles a los 88 años, pero su legado seguirá vivo por siempre en el ideario social y cultural argentino.

Quino nació en Mendoza el 17 de julio de 1932, aunque en los registros oficiales fue anotado el 17 de agosto. Dio sus primeros pasos en la Escuela de Bellas Artes de la provincia, pero cansado de dibujar ánforas y yesos decidió ir por lo que verdaderamente le apasionaba: las historietas.

Quino, creador de Mafalda (Archivo Clarín).
Quino, creador de Mafalda (Archivo Clarín).

A los 18 años se mudó a Buenos Aires en busca de su sueño, el que se hizo realidad en 1954, día que publicó su primera página en el semanario "Esto es". 

Pero fue con la tira de la pequeña Mafalda que Quino escaló a la fama y desde entonces, sus dibujos se publican en infinidad de diarios de América Latina y Europa.

Foto /Dario Lopez-Mills, File)
Foto /Dario Lopez-Mills, File)

Mafalda, el personaje que lo hizo eterno

Quino es uno de los pocos privilegiados que mueren físicamente, pero su creación lo hace eterno con su reconocida tira, Mafalda.

Este trabajo nació por un pedido que Agens Publicidad le hizo al dibujante para publicitar el lanzamiento de una línea de productos electrodomésticos llamados Mansfield.

Pero la empresa nunca hizo su campaña, y Quino se quedó con unas pocas tiras que le serían útiles unos meses después cuando le diera vida al personaje que lo hizo famoso.

Mafalda, la chica de pelo negro que odia la sopa y está en contradicción con los adultos, se publicó por primera vez el 29 de septiembre 1964 en el semanario Primera Plana de Buenos Aires.

Pero años después, Quino tomó una tajante decisión. Pese al gran éxito mundial de su trabajo, en 1973 decidió no dibujar más tiras de Mafalda porque "ya no sentía la necesidad de utilizar la estructura expresiva de las tiras en secuencia".

Sin embargo, el interés por la pequeña se ha mantenido inalterado en el tiempo. Sus libros continúan reimprimiéndose y sigue siendo elegida para acompañar diversas campañas sociales.