El volante de River Plate, el mendocino Enzo Pérez, sostuvo que "a la selección" siempre la tomó con responsabilidad y quiere "seguir estando", en tanto advirtió que pese a no estar convocado por el técnico Jorge Sampaoli para la gira por Oceanía, sabe que está "dentro de su proyecto".
El habilidoso mediocampista de 31 años, que lleva su nombre por su ídolo Enzo Francescoli, se inició en el club Deportivo Maipú, de su departamento natal, y luego pasó por Godoy Cruz, Estudiantes de La Plata, Benfica de Portugal y Valencia de España, comentó que Sampaoli le dijo que "no le hacía falta" verlo porque ya lo conocía, pero que estaba "dentro de su proyecto".
Pérez consideró al respecto en diálogo con la emisora "Nihuil" de Mendoza que lo conoce a Sampaoli y cree que es "un entrenador al que le gusta mucho atacar y pensar más en el arco rival que en el propio. No se encasilla con un solo sistema, busca que el jugador sea polifuncional y eso es bueno para el jugador de fútbol porque te hace crecer".
"A la selección siempre la tomo con responsabilidad y quiero seguir estando. Mi lugar me lo gané y creo que siempre he rendido, pero nunca un técnico me dio la posibilidad de tener la continuidad que un jugador necesita", apreció.
"Cuando arranqué bien y tomé ritmo con Sabella (Alejandro), se terminó yendo, y después me pasó lo mismo con Martino (Gerardo) y con Bauza (Edgardo)", describió.
Reconocido hincha de River y del Deportivo Maipú de su provincia natal, Pérez admitió que estar en el club 'millonario' "es un sueño cumplido", y que cuando convirtió su primer gol con la camiseta de sus amores, ante Instituto por Copa Argentina, besó el escudo del club porque "es lo que haría cualquier hincha para agradecer".
Tras confesar que le gustaría terminar su carrera futbolística vistiendo los colores de su "querido" Maipú, donde también fue jugador su padre, el volante señaló respecto de Francescoli que "tenerlo hoy en el día a día es un poco loco. Tengo la posibilidad de cruzar palabras con mi ídolo, y que me diga algo es una locura linda".
El mendocino, que jugó con el seleccionado argentino la final del Mundial 2014 ante Alemania, admitió que "la última noche" no durmió y comió muy poco al mediodía porque se le "cerró el estómago. A mí ni siquiera me cae todavía la ficha de que pude jugar un Mundial".