Un informe del Departamento General de Irrigación de la provincia lanzó que las nevadas que se están produciendo en la montaña superan ampliamente las ocurridas durante el invierno 2019 y se acercan a las medias históricas.
Sin embargo, esta situación no se ve reflejada en los actuales caudales de los ríos de la provincia, y se debe fundamentalmente a las bajas temperaturas en alta montaña. Esto imposibilita la fusión nival y permite la acumulación del manto de nieve.
Por lo tanto, los valores de caudales de los ríos y arroyos se mantienen en los mínimos históricos y esa situación se mantendrá hasta el final de la temporada, en octubre.
Las reservas
Respecto de las reservas que hay en los embalses, se observa una situación muy distinta en las cuencas del Norte y en las del Sur de Mendoza.
Los embalses del norte (Potrerillos y Carrizal) se encuentran en niveles cercanos a los normales históricos, por eso la temporada de riego comenzará con los valores óptimos.
Estos casos evidencian que los niveles de los embalses no solo dependen de los aportes que hacen los ríos (muy bajos en estos casos) sino que están muy influenciados por la gestión que se hace con ellos (el Departamento General de Irrigación, las Inspecciones de Cauce y los usuarios), especialmente en los desembalses, para satisfacer las demandas aguas abajo.
En contraposición con lo que pasa en el Norte, los sistemas de embalses del Sur provincial (ríos Diamante y Atuel) no presentan una buena situación, ya que en esta temporada han llegado a niveles mínimos históricos de las reservas. A causa de esto, y a los muy bajos caudales de los ríos, no podrán llegar a los niveles deseables para afrontar sin problemas la primavera 2020.
Irrigación también aclara que, aunque se presente una muy buena temporada de precipitaciones nivales, la mala situación de estos embalses durante la primavera 2020 se producirá de todas formas, ya que los caudales de oferta y demanda se compensarían para fines de noviembre y/o principios de diciembre, cuando los deshielos se incrementan gracias al aumento de temperaturas en alta montaña.
Las nevadas que se están produciendo casi todas estas semanas tienen la gran ventaja de que, al ser muy seguidas, han logrado producir importantes acumulaciones sucesivas, fenómeno que no se producía hace varios años.
Como referencia inmediata tenemos el año pasado (2019), que presentó los registros más bajos de las series históricas. Respecto de 2019, en todas las cuencas se registra el doble de acumulación de nieve y más de cinco veces en la cuenca del Tunuyán.