Empleados de la parrilla tradicional marplatense "Los chicos del Europa" se enteraron en medio de la pandemia de coronavirus que perdieron sus puestos laborales, pero el dueño les prometió reubicarlos "de inmediato" en otros negocios. A los pocos días, dejó de responder su teléfono y aseguran que "desapareció".
Los 16 empleados buscaron auxilio en el Sindicato de Gastonómicos, que hizo una presentación en el Ministerio de Trabajo donde les aconsejaron "esperar a que pase la pandemia" y recibieron el respaldo del grupo de gastronómicos autoconvocados que denuncia una ola de cierres.
"Después del cierre, sólo pagaron $4 mil pesos como salario de marzo y después se borraron. Desaparecieron como arte de magia. Tras llamarlos durante días, este lunes fuimos al local y ahí fue cuando la gota rebalsó el vaso: nos dijeron que había $400 mil para repartir entre todos los que querían aceptar el retiro voluntario. Vi lágrimas en las caras de mis compañeros porque la situación no da para más, ya que muchos no tienen ni para comer", aseguró al sitio 0223, Alejandro, uno de los trabajadores despedidos, del clásico negocio ubicado en la esquina de Av. Luro y 20 de Septiembre.
Entre los trabajadores afectados, hay algunos que tienen más de 28 años de antigüedad y "ya no tienen para comer".
El damnificado acusó "falsas promesas" y "maniobras extorsivas" del empleador que "se comportó muy mal y mintió" al prometerles la reubicación en los restaurantes La palmera, Crew o La Rural. Al respecto manifestó que "la mitad de los empleados está sin registrar y el resto mitad en blanco y mitad en negro".
"El Sindicato es el único que nos apoya. Pero en el Ministerio de Trabajo nos dicen que hay que esperar hasta que pase la pandemia pero algunos muchachos no pueden aguantar más, porque no cobran desde marzo. No exagero, no tienen ni para comer. Otros hemos cobrado el 50% del salario que paga el gobierno y estamos un poco mejor. Queremos que este hombre dé la cara", concluyó el trabajador.
Los gastronómicos emprendieron una campaña digital con el lema "Abrimos o cerramos", para visibilizar sus reclamos fuera de las fronteras e incluso montaron un restaurant a cielo abierto frente a la Municipalidad para reclamarle a los concejales que les permitan un permiso provisorio para ejercer sus funciones