A través de un comunicado, la Armada Argentina lamentó el deceso del Contraalmirante VGM (RE) José Luciano Acuña. Durante el conflicto, Acuña era Capitán de Fragata y tenía el cargo de Comandante del Buque de Desembarco ARA "Cabo San Antonio".
Conrado Zamora, Presidente del Centro de Excombatientes de Malvinas en Ushuaia, compartió destino con Acuña a bordo del "Cabo San Antonio". Él era asistente de navegación y encargado del cuarto de navegación. "En ese momento era Cabo Segundo, recién salía de la escuela", dijo y recordó a Acuña como un hombre "muy querido por toda la dotación, muy centrado, muy inteligente. Era humilde y resaltaba las capacidades de su dotación, muy correcto y exigente con su plana mayor. Sabía mucho, porque aprendía de todas las situaciones", remarcó.
Este gran buque formó parte de la Fuerza de Tarea 40 (F.T 40), que era a su vez, la Fuerza de tarea anfibia. EL "Cabo San Antonio" estaba dentro del Grupo de Tarea 40.2, Grupo Transporte, junto al Rompehielos A.R.A "Irizar" y el Buque Transporte A.R.A." Isla de los Estados".
El 29 de marzo de 1982 zarpó desde la Base Naval "Puerto Belgrano" y en sus cubiertas interiores, el verde se dejaba ver. Adentro del único buque de desembarco iba el Batallón de Infantería de Marina N°2 (BIM2), alrededor de 750 hombres, 20 VAOS (Vehículos Anfibios a Oruga), 1 VAR (Vehículos Anfibios a Rueda), otros 30 vehículos de la Infantería de Marina y parte del RI25 (Regimiento de Infantería 25) del Ejército Argentino.
Durante la navegación rumbo sur se estaba librando la Operación que en su planificación original iba a llamarse "Operación Azul", pero en medio del fuerte temporal, el entonces Teniente Coronel Mohamed Alí Seineldín, embarcado en el "Cabo San Antonio", recordó que cuando ocurrieron las invasiones inglesas al Río de la Plata, el General Liniers había enfrentado inclemencias que cesaron cuando invocó a la Virgen del Rosario. En ese momento, y debido a esa sugerencia, el Contralmirante Büsser, Jefe de la Fuerza de Desembarco, rebautizó la operación como "Operación Rosario".
Luego de la incursión de las tropas especiales, desembarcadas desde el Destructor A.R.A "Santísima Trinidad", que lograron rendir la posición del gobernador Rex Hunt, las fuerzas de desembarco anfibio hicieron el despliegue de tropas, hecho que fue decisivo para la recuperación de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas ese 2 de abril de 1982, luego de casi un siglo y medio de ocupación británica.