La aeronave de Fuerza Aérea viajó a la Antártida bajo un estricto protocolo sanitario. En este sentido, este es el primer cruce al continente blanco desde que se declaró la pandemia por la propagación del virus COVID-19.
El avión despegó desde la Base Aérea Río Gallegos y viajó con rumbo Sur hasta la Base Marambio, donde descargó material de abastecimiento para las 13 bases antárticas argentinas. Estas comparten terrirorio con bases de otras naciones miembros firmantes del Tratado Antártico.
También se trasladó a la dotación de relevo de la aeronave Twin Otter, avión de menores dimensiones que se utiliza para despliegues entre las bases y casos de emergencia. Se repatrió a un científico que finalizó sus tareas investigativas y se trasladó maquinaria de arreglo de pista para su mantenimiento, en la capital santacruceña.
Esta clase de despliegue, al igual que todos los despliegues de medios pertenecientes a fuerzas militares, están a cargo del Comando Conjunto Antártico e implican traslado de personal y material. Estos vuelos se verán reducidos a indispensables siguiendo el protocolo al máximo de precaución, a fin de evitar la transmisión y propagación del virus. La Antártida es el único continente que aun no registró casos positivos por COVID-19.
En este sentido, la dotación deberá cumplir con una cuarentena previa al vuelo. La dotación de la aeronave, no deberá tomar contacto con personal de base. La carga deberá estar desinfectada mediante rocío de alcohol al 70% antes del despegue y una vez llegada a Antártida, se deberá rociar nuevamente y permenecerá una semana aislada antes de su distribución.