Osvaldo Hillar es un Excombatiente que perteneció al Puesto Comando del Grupo de Artillería Aerotransportada N°4 (GA AEROT 4). En ese momento era Soldado de la Clase 63 y como muchos más fue uno de los conscriptos que lucharon fuertemente contra las fuerzas armadas británicas durante la Guerra de 1982.
En entrevista exclusiva con Vía Malvinas relató cómo fueron aquellos momentos. Todo empezó el 23 de abril de 1982, ya que hasta ese momento no se había dado la orden de despliegue de su unidad hacia las Islas Malvinas. En esa fecha, Osvaldo tenía un poco más de un mes de servicio militar, ya que se incorporó el 3 de febrero.
"El día 22 de abril de 1982 algo se intuía, pero no recibimos ninguna orden, hasta el día 23 de abril, donde nuestro Teniente Coronel Quevedo junto al General de Brigada del tercer cuerpo de Córdoba nos comunicó que 'tendríamos el orgullo defender ese Suelo Patrio'", contó Osvaldo.
Este anuncio fue en la plaza de armas del Grupo, a partir de ese momento, los soldados marcharon a alistarse con el equipo que llevarían y el armamento personal. "Tipo 19.00hs, emprendimos el camino hacia el Aeropuerto "Pajas Blancas", de Córdoba. Embarcamos en un 707 de Aerolíneas Argentinas y volamos sentados en el piso del Avión. Luego de un tiempo aterrizamos en Comodoro Rivadavia, partiendo si la memoria no me falla, al otro día de tarde noche a Malvinas" recordó.
Los soldados volaron los casi 1000 kilómetros que separan Comodoro con Malvinas. Osvlado recuerda que llegaron casi a media noche a Puerto Argentino y la primera sensación fue el recibimiento del clima hostil de las islas "Llegamos a Puerto Argentino, con un clima muy frio y viento. Caminamos con nuestro equipo a oscuras, distantes unos mil metros hasta armar nuestra carpa donde entraban dos personas. Ahí íbamos a permanecer un día, para luego ir hacia nuestras primeras posiciones armando los vivacs (lugares de acampe) distantes 2 km de Puerto Argentino".
El 1 de mayo, ya posicionados en sus puestos, "los soldados cordobeses" veían los ataques de la aviación inglesa sobre el aeropuerto. Allí aguantaron los días con fuego de hostigamiento permanente por parte del enemigo. "El día 06 de Mayo nos desplegamos 2 km más de Moody Brook, esa noche recibimos fuego naval de hostigamiento permanente durante toda la madrugada, y así las sucesivas noches. Nos refugiamos contra las rocas los q estábamos cerca, otros en trincheras cubiertas con tepe de turba", dijo Hillar. Todavía recuerda esos duros momentos, recuerda a su jefe el Capitán Esperandonez, que lo cubría a cada bombardeo. Él lo denomina su segundo padre.
También recordó que hubo una sección de hombres, Héroes de la Batería de tiro A que partió a Darwin, a cargo del Subteniente Navarro. Ellos tuvieron que desarmar los obuses oto melara 105 mm para ser transportados en la lancha "Río Iguazú" de Prefectura. También fueron transportados dos obuses vía helicóptero a Darwin.
"Los últimos días de combate, nuestra artillería no cesaría el fuego y tiraría más de 2500 disparos de artillería sobre el avance del enemigo que estaba en Monte Londong, Harriet y Dos Hermanas. Muchos de Nuestros Obuses quedaban fuera de servicio dado q el terreno era muy blando debido a la turba", explicó.
Muchas historias como estas son replicadas por los bravos soldados de "GA AEROT 4" y sus herederos, que bajo esas heroícas hazañas de guerra, hoy desfilan orgullosos. Durante la guerra fueron muy unidos, hoy se reúnen y apellidos como Pizarro, Romero y Vallejos nunca faltan, porque fueron soldados que cayeron en combate, pero aún hoy viven entre sus camaradas.
Homenaje al Soldado Eduardo Antonio Vallejos
Osvaldo Hillar, es nacido en Córdoba, pero luego de la guerra decidió residir en Ushuaia, pero con un particularidad. En su DNI figura un domicilio que tiene como protagonista a su hermano de armas, el Soldado Eduardo Antonio Vallejos. "Hace varios años que lo tenía en mente. En primer lugar, en memoria de mi hermano. Con él frecuenté mucho, charlabamos mucho y habíamos creado una linda amistad junto a otros hermanos. El día que falleció en Malvinas, yo estaba en le puesto comando y lo bajaron en brazos otros compañeros y no lo podía creer, de verlo tirado en el piso", recordó Oslvaldo.
"Eso me movilizó durante muchísimos años y es algo que tengo siempre presente en mí y decidí, cuando me aceptaron hacer el cambio de domicilio del DNI, de suscribir el nombre de él en honor y a que sea recordado siempre en mi documento, más allá que sea simbólico, para mí no es nada simbólico. Tengo en mi memoria que Eduardo está en Darwin y lo tengo dentro de lo que es mi documento. Para mí es un eslabón muy importante, ojalá Dios quiera que el día de mañana él y todos los héroes sean recordados los 365 días del año, en distintos lugares, incluso en Malvinas", remarcó.