Unos 1.930 metros cúbicos de carga general y frigorizada, cerca de 300 tubos de gas, y unos 1.600 metros cúbicos de combustible antártico fueron trasladados hacia las trece bases argentinas en la Antártida en 290 días de navegación y 1.000 horas de vuelo por los buques y aviones de las fuerzas armadas en los últimos cuatro meses, en el marco de la Campaña Antártica de Verano que finalizó el 13 de marzo en el puerto de Buenos Aires.
Los buques y aviones debieron replegar unos 600 tubos de gas y 600 metros cúbicos de residuos, además de ocuparse del traslado de más de un millar de efectivos e investigadores que participaron de la actividad antártica durante el verano, consignó el ministerio de Defensa en un comunicado.
Cerca de 200 científicos y militares deberán invernar esta temporada en las seis bases permanentes de Argentina en la Antártida: Esperanza, Orcadas, San Martín, Belgrano, Marambio y Carlini. Mientras que las bases Petrel, Brown y Primavera sólo funcionan durante el verano cuando, además, se aprovechó para enviar personal para reparar las bases Decepción, Melchior, Cámara y Matienzo.
La Campaña Antártica de Verano (CAV) número 116 estuvo bajo el control operacional del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar), dependiente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, y contó con la participaron de más de 1100 integrantes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, quienes mediante el despliegue de diversos medios navales y aéreos propios lograron concluir en tiempo y forma con las tareas de abastecimiento de las 13 bases, relevo de las dotaciones y apoyo logístico a las actividades científicas argentinas en el continente blanco.
El rompehielos Almirante Irízar fue el principal medio naval con dos helicópteros Sea King embarcados; también participaron los avisos Bahía Agradable e Islas Malvinas, este último responsable de la Patrulla Antártica Naval Combinada con Chile.
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, encabezó hoy la ceremonia de cierre de la CAV en la Dársena Norte del Puerto de Buenos Aires y destacó que "este es el despliegue operativo más importante que tienen las fuerzas armadas cada año".
"Con la reparación y modernización del rompehielos Almirante Irízar hemos recuperado intensidad y densidad en las campañas antárticas", destacó.
Rossi se refirió al continente blanco como un "objetivo en sí mismo científico para toda la humanidad y con una importancia estratégica, geopolíticamente hablando", que "forma parte de la política de Estado de nuestro gobierno, con el fortalecimiento de cada una de las CAV".
En ese marco destacó que "la Argentina tiene una historia y una tradición en la Antártida, y la ubica como uno de los países con más cantidad de presencia y antigüedad".
El comandante Conjunto Antártico, general de división Justo Treviranus, aseguró que durante esta CAV "creamos las condiciones favorables para la larga invernada del año 2020", y consideró que "nuestra máxima satisfacción fue haber traído a todos de vuelta a casa, privilegiando siempre el cuidado de la vida y la preservación del medio ambiente".
El general sostuvo que si bien "hay mucho para mejorar, tenemos una gran fortaleza: el compromiso de nuestras Fuerzas Armadas".
"El trabajo que hacemos no es para nosotros sino para aquellos que nos siguen en el futuro. Así fue pensada la Antártida hace más de 100 años, y continúa siendo una política de estado", concluyó Treviranus.