En el marco de la identificación del soldado 114 la semana pasada, la antropóloga Laura Paniza, realizó una investigación y comentó que la movilización que genera la identificación de un nuevo cuerpo es muy grande y reconfigura todo un nuevo espectro para cada familiar de la víctima.
"El hecho de que el cuerpo vuelva después de tanto tiempo es muy significativo, permite llenar espacios, hay una reconfiguración de la perdida y del sentido que se le da a esta". explicó la investigadora.
Y detallo " comienza un tipo de procesamiento de duelo complejo, luego de atravesar un proceso muy largo. Si bien había certeza de que ese soldado estaba sin vida, hay familias que no perdían la esperanza de encontrarlos con vida. Encontrar el cuerpo y tener certeza de que está finalmente enterrado, da paso a los procesos de rituales de paso y despedida".
"Estamos ante muertes extraordinarias, pero lo importante es saber que para cada familiar comprender esa muerte depende de un marco social estable, de una herida que no cicatriza nunca". Sentenció Paniza.