La profesora y dueña de su propia academia comenzó su camino en la danza cuando solo tenía 5 años, su madre la llevó a danza porque era bastante hiperactiva, según recuerda. En la actualidad motiva a aquellos alumnos y alumnas que quieran hacer de un hobby algo más, y tiene varios logros a nivel internacional obtenidos.
“Primero hice danza clásica y después español, al principio era una actividad de entretenimiento y a medida que fueron pasando los años eso se comenzó a convertir en algo más importante en mi vida y empecé a profesionalizarme en eso, y terminé el profesorado en danzas españolas”, afirma Rocío.
La carrera como profe empezó a muy corta edad “tenía 13 años y daba clases de coreografía sin preocupaciones de lo monetario ni nada, sino que lo hacía por el puro placer de enseñar y desde ahí nunca pare”, agrega. Luego al terminar la secundaria pudo dedicar más tiempo a otros estilos de danza como el jazz, el contemporáneo, clásico y ahora el urbano.
Rocío con el tiempo pudo ponerse su academia cuando tenía 24 años, ya van casi 10 años desde ese logro y lo que más remarca como profesora es que para dedicarse a la danza “hay que tener disciplina, constancia, voluntad y por supuesto corazón”.
En un recuerdo que siempre evoca, cuenta que cuando era adolescente quiso dejar de ir a danza para poder pasar más tiempos con sus amigas. Por suerte para ella y su carrera su mamá no la dejo faltar y además le enseño el valor de la responsabilidad asumida que ella tenía. “Agradezco a la vida y a mi familia que no hayan dejado abandonarlo porque me hubiera arrepentido toda mi vida”, agrega.
A los alumnos que entrena diariamente les repite que si tienen el sueño de ser bailarines pueden hacerlo, pero que si no trabajan por ello solo quedará en un sueño. Para la profesora el trabajo es crearse el hábito, la constancia, prepararse y estudiar.
“La danza no solo es bailar, tiene una historia que hay que estudiar, escuelas y técnicas que tenemos que conocer. Si te dedicas a la enseñanza necesitas de pedagogía y didáctica”, confirma Rocío. Es bajo ese lema que sus alumnos y alumnas han ganado becas para el Mundial de danza que se realizaría en Cancún, pero que se suspendió por pandemia.
También tiene dos alumnas que obtuvieron becas 2022, Martina logró una beca para los programas de estudios en Uruguay y Los Ángeles. Mientras que Yasmín obtuvo su beca para el programa de estudio de Barcelona Dance en España.
Rocío ahora imparte un poco de la disciplina que aprendió con la vida y de su mamá, para poder ayudar a crecer a los talentos mendocinos en la danza. La actual monitora de Vendimia Maipú aconseja que aquellas personas que quieran profesionalizarse “tienen que estudiar, la danza no es solo un hobby cuando te queres presentar a una Vendimia. El entrenamiento se realiza todo el año y Vendimia es la oportunidad de mostrar lo que trabajaron”.
Por último, la maipucina remarca que la danza es una profesión más en estos días y que lo principal para que la gente lo reconozca como tal es respetarlo desde el trabajo y esfuerzo.
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