El gladiador riojano, Walter Paez #12 y el "Niño" Matias Amarfil #11 le dieron la victoria y podio a su pueblo que vibró con apasionadamente con la gran actuación de sus pilotos. La historia de vida de Tirico Paez es digna de escribir en un libro. Su pasión por la velocidad, el free style lo transformó en un ídolo en la región.
El piloto del pueblo. Un hombre que transmitió a su hijo la pasión por el deporte descubriendo en su hijo "Leito" un gran talento. Leonel Paez llegó a ser campeón de la categoría 110 Libre en el campeonato de la Federación Riojana de Motociclismo.
Lamentablemente a meses del debut en el Campeonato Argentino de Velocidad falleció en un trágico accidente de transito. Su hijo lo acompaña como un ángel guardián y le dio la moral para salir a ganar las 2 carreras del fin de semana para la categoría Stockbike 1000 con notable autoridad. El rival y mejor amigo de su hijo Matías Amarfil finalizó segundo haciendo un carrerón.
La nota emotiva fue cuando Páez se acercó al murallón de seguridad y junto a la pintura que recuerda s su hijo, buscó la fuerza para alcanzar la victoria. El gesto lo repitió Matías Amarfil.La retribución fue el podio compartido para ambos riojanos.