El platense Ezequiel Romano perdió las batallas en La Voz Argentina, pero fue robado por otro equipo

Angustiado por no pasar la lucha, el joven se dispuso irse. Sin embargo, cuando ya estaba abajo del escenario, otro jurado tocó el botón.

El platense Ezequiel Romano perdió las batallas en La Voz Argentina, pero fue robado por otro equipo
El platense Ezequiel Romano ya no es más parte del equipo de La Sole en La Voz Argentina.

En julio, el platense Ezequiel Romano deslumbró en las audiciones a ciegas de La Voz Argentina y quedó en el equipo de Soledad Pastorutti. A partir de allí, comenzó una preparación para batallar contra Ignacio Pereira, quien finalmente salió victorioso. Aún así, ese no fue su fin en el concurso.

Ambos artistas se subieron al escenario e interpretaron juntos “Un montón de estrellas”, de Polo Montañez. Unieron sus voces y deleitaron al jurado y al público que los veía.

Mau y Ricky comenzaron dando su devolución de forma positiva, asegurando que disfrutaron todo el espectáculo. Luego se dirigieron a Ignacio, quien los sorprendió para bien, pues no se lo imaginaban cantando algo de ese género musical.

La siguiente fue Lali, que coincidió en que ambos interpretaron muy bien la canción, aunque tuvieron ciertos errores muy leves. Aseguró que Nacho se vio más seguro, y que a Ezequiel le costó acoplarse al principio de la canción, pero que luego sincronizaron y se lucieron.

Entre tanto, Ricardo Montaner opinó que, en primer lugar, fue arriesgado que interpretaran una salsa. Apuntó contra Ezequiel diciendo que sonrió durante toda la canción a pesar de que hablaba sobre un hombre que es traicionado. Por otro lado, indicó que a ambos les costó un poco cantar en clave. Aún así, Ignacio sonó más natural.

Finalmente, y satisfecha con los resultados, La Sole igualmente se inclinó a lo que dijeron Lali y Montaner, y eligió a Ignacio. No obstante, esta no sería la última noche del platense en el reality.

Ya victorioso su contrincante, Ezequiel agradeció la experiencia vivida, le dedicó unas palabras con su compañero y se dispuso a bajar del escenario. Una vez que tocó el piso, un botón fue apretado: Mau y Ricky se lo habían robado.