El Tribunal Oral Federal 2 de la ciudad de Salta condenó a la pena de ocho años de prisión a dos hombres y una mujer que en noviembre de 2024 fueron detenidos en la ciudad de Cafayate cuando trasladaban 105 kilos de cocaína -con una pureza del 74%- ocultos en un doble piso de uno de los dos vehículos en los que se movilizaban desde la provincia de Jujuy.
La sentencia fue dispuesta por la jueza Alejandra Cataldi, vocal interina de dicho tribunal, en el marco de un acuerdo de juicio abreviado propuesto por el titular de la Fiscalía de Distrito, el fiscal general Eduardo Villalba, y la auxiliar fiscal Florencia Altamirano.
Los condenados son Luis Portal, Wilfredo Villegas y Laura Betancur Calapiña. Los tres recibieron la pena de ocho años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes, en el grado de coautores.
En la audiencia los representantes del Ministerio Público Fiscal describieron que el procedimiento tuvo lugar el 18 de noviembre del 2024 en un puesto de control instalado por personal de Gendarmería Nacional en la ruta 68, a ocho kilómetros del acceso a la ciudad de Cafayate, “un corredor utilizado para el narcotráfico”, según afirman fuentes oficiales.

Haciendo un repaso de los hechos, Villalba y Altamirano relataron que eran cerca de las once de la mañana de aquel día cuando los gendarmes detuvieron la marcha de una camioneta Toyota que era conducida por Portal, quien viajaba acompañado por un adolescente de 13 años, pariente suyo.
Mientras tanto, llegó también al retén de control un automóvil Nissan Sentra, conducido por Villegas y con Betancur Calapiña como acompañante.
Al revisar la documentación de ambos vehículos, atrajo la atención de los gendarmes que los tres adultos eran oriundos de Casira, localidad jujeña ubicada en el departamento Santa Catalina.
Ante la llamativa coincidencia, preguntaron a Villegas si tenía alguna relación con los ocupantes de la camioneta, a lo que respondió afirmativamente señalando que Luis Portal es su tío y todos habían salido de viaje desde el barrio Alto Comedero, de San Salvador de Jujuy.
EL OJO ENTRENADO DE LOS GENDARMES
Entrenados para actuar frente a ciertos indicios, los gendarmes inspeccionaron ambos vehículos. Así fue como en el sector de la guantera del automóvil detectaron tornillos removidos, como también advirtieron que el burlete de la puerta del acompañante no estaba en su posición de fábrica.
Con estas señales a la vista, se comunicaron con la Fiscalía, que dispuso se avance con una requisa más profunda, lo que permitió descubrir en el piso del Nissan Sentra compartimentos acondicionados a modo de doble fondo, debajo de los asientos del conductor y del acompañante.
En esos espacios hallaron ocultos 107 paquetes rectangulares que, tras las pruebas de rigor, se comprobó contenían cocaína con un peso total de 105 kilos.

Frente a lo que se presentaba como un caso de narcocriminalidad, los efectivos procedieron a la detención de los tres adultos y el secuestro de sus teléfonos celulares, “de los cuales se extrajo información que confirmó la responsabilidad penal de los imputados en el transporte de estupefacientes”, indicaron los funcionarios del Ministerio Público Fiscal.
En esa línea la auxiliar fiscal Altamirano se refirió a la ruta realizada por los imputados, recorrido que se pudo determinar “al cotejar los impactos de sus teléfonos en las antenas de telefonía celular ubicadas en las rutas por las que circularon”.
UN REVELADOR HISTORIAL DE “VIAJEROS FRECUENTES”
El viaje a Salta interceptado por los efectivos de la GNA resultó ser el séptimo de los acusados en pocos meses, los últimos tres en octubre de 2024 -un mes antes de ser detenidos-, según posibilitó determinar el mismo informe pericial. La fiscalía sostuvo que ese historial evidencia la “habitualidad delictiva” de los tres “viajeros frecuentes”.
Del mismo modo en su exposición Altamirano se refirió a la función de “coche puntero” que tenía Portal, yendo siempre por delante del auto conducido por Villegas, con una diferencia de aproximadamente 50 minutos. Esto también surgió de los mensajes por celular que ambos intercambiaban.
En ese sentido, la funcionaria mencionó que en uno de esos mensajes Portal escribió “acceso norte limpio”, expresión que vino a probar “el rol que tenía el conductor de la camioneta Toyota en la maniobra de narcotráfico”.
UNA FORTUNA EN VEHÍCULOS
Pero el control de rutina que hicieron los gendarmes en Cafayate resultaría la punta de un iceberg, que es la sorprendente situación patrimonial del empleado municipal y sus socios casireños.
Con base en informes expedidos por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Wilfredo Villegas figura como titular de doce vehículos, cinco de los cuales incorporó a su patrimonio en los últimos dos años.
La fiscal auxiliar enumeró en la audiencia que en esa flota vehicular se cuenta dos camionetas, dos automóviles tipo sedán y un camión Mercedes Benz adquirido en noviembre del 2024 por un valor de 128 millones y medio de pesos, lo cual “no condice con las categorías de ingresos que el imputado registraba en materia de monotributo”, sostuvo.
“Tampoco se observaba endeudamiento informado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ni la toma de deuda del investigado en las entidades financieras informantes, que puedan justificar el origen de los fondos para tales adquisiciones”, agregó la fiscalía.

Por su lado, Luis Portal tiene registrados en su patrimonio una camioneta Ford Ranger, un utilitario Fiat Fiorino y la camioneta Toyota Hilux que conducía cuando fue detenido haciendo de “puntero”.
“En cuanto a su perfil financiero, las sospechas también quedaron fundadas, pues, si bien registra ingresos como empleado municipal en la capital jujeña, sus remuneraciones no guardaban relación con los bienes registrados”, informaron los investigadores.
Finalmente en referencia al patrimonio de Laura Betancur Calapiña, el reporte de ARCA -exAFIP- reveló que la imputada figuraba como titular de una camioneta Toyota Hilux y el auto Nissan Sentra en el que llevaban oculta la droga. Los vehículos habían sido adquiridos en los meses de julio y noviembre de 2024.
En cuanto a la situación financiera de la mujer, “tampoco registra actividades económicas ni ingresos en relación de dependencia, ni se encuentra inscripta en impuesto alguno”, por lo cual la fiscalía planteó que los bienes registrables de la ahora condenada no guardaban relación con sus ingresos.
Como se dijo, en función de las pruebas acumuladas en su contra, la Justicia federal dictó una pena de ocho años de prisión para las tres personas involucradas en las maniobras de narcotráfico.