Una marea amarilla se instaló este jueves a las puertas del edificio municipal “9 de Julio” del barrio Almirante Brown. Eran taxis que trabajan en la jurisdicción de San Salvador de Jujuy, que llevando una ruidosa protesta permanecieron bloqueando la circulación vehicular por unas horas, hasta que tomó intervención el Juzgado Contravencional.
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Un pico de tensión se observa por estos días entre los prestadores del servicio de transporte público de pasajeros en la modalidad de taxis “amarillos” y de radiollamada, y la Municipalidad capitalina a raíz de la vigencia de una serie de disposiciones, trámites y requisitos que los propietarios de licencias y choferes entienden que, de una u otra manera, operan en perjuicio de la actividad.
Específicamente uno de los puntos que el sector busca discutir con las autoridades es su reparo a lo que llaman “doble control” -incluso con criterios dispares entre sí- al que deben someter los vehículos para validar que están en condiciones de circular y prestar el servicio.
Por efecto de la Ley Nacional de Tránsito -explicó Miguel Quiroga, miembro de la Cámara de Propietarios de Taxis- “estamos obligados a realizar la Revisión Técnica Vehicular (RTV) en las plantas habilitadas para eso”, pero aún cuando para esos controles “estamos aptos para circular y a los pocos días nos toca la inspección técnica vehicular obligatoria del municipio, como hay muchas diferencias de criterios entre uno y otro, acá nos desaprueban”, describió.
LOS CONTRATIEMPOS DE UN “DOBLE CONTROL”
“Aclaro que no nos oponemos a la exigencia del control que nos están realizando en el corralón municipal -prosiguió-, estamos acostumbrados a esos controles que se hace dos veces al año. Lo que planteamos es que hay un ‘doble control’ con diferencias en el diagnóstico. Nosotros entendemos que si la planta de RTV nos aprueba, es porque tenemos todo en orden”, razonó Quiroga.
“Nos dicen que es por la seguridad del pasajero, lo que nos parece bien porque tenemos que cuidar al pasajero, pero hay cosas que exceden eso, como un número mal pintado en la puerta o un rayón. Eso no tiene relación con la seguridad del pasajero”, se quejó el directivo de la Cámara de Propietarios de Taxis.
En abono de lo dicho, agregó que en aquellos casos en que, por ejemplo, “el tapizado interior esté en mal estado, o no funcionen los cinturones de seguridad, o el tren delantero esté mal, está bien que rechacen el vehículo porque eso hace a la seguridad, pero buscar el mínimo detalle, no”, concluyó.
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La protesta de los taximetreros capitalinos bloqueó hasta cerca del mediodía la circulación en la zona periférica al edificio “9 de Julio”, sede de las oficinas de la Dirección municipal de Tránsito y Transporte, dependiente de la Secretaría de Servicios Públicos, por lo que además del personal policial que se hizo presente para custodiar la seguridad de los ocupantes del mismo, tomó intervención el Juzgado Contravencional por el corte de calles, que incluyó la quema de gomas y el estruendo de pirotecnia.