Las diputadas del PJ-Frente de Todos que se presentaron la semana pasada en el hospital "Oscar Orías" de Ledesma para constatar deficiencias y problemas en el funcionamiento del nosocomio -donde este lunes por la mañana habrá un abrazo simbólico y una sentada de profesionales-, entre otros testimonios se hicieron eco de denuncias que venía haciendo el médico Horacio Boero, quien días antes había sido sancionado por la superioridad con 15 días de suspensión y su apartamiento como Jefe del Servicio de Cirugía.
Una vez que tomaron estado público las imágenes que alcanzaron a registrar en el hospital las legisladoras antes de ser expulsadas por la Policía y se vinculara con esa visita la medida disciplinaria aplicada al profesional, el Ministerio de Salud reveló los motivos de la sanción, los cuales, según el comunicado oficial, fueron "omitidos de manera intencional" por Boero en entrevistas que dio a diferentes medios.
En documentación de la Dirección Administrativa del nosocomio, se lee que la suspensión se debe a "declaraciones xenófobas" expresadas por el médico contra profesionales venezolanos que trabajan en el hospital, el 13 de febrero último.
El comunicado del Ministerio informa que "mediante la Resolución 60-HOO-2020, se procedió a la suspensión de Boero por un término de 15 días a partir del 21 de febrero y se dejó sin efecto la asignación de su función como Jefe del Servicio de Cirugía, esto debido a sus declaraciones xenófobas impartidas el día 13 de febrero del corriente año en horas de la mañana en el Ateneo, sito en dicho hospital, que fueron propinadas contra los profesionales venezolanos que cumplen funciones en la institución".
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Por su parte, Boero dijo que "por coincidencia o causalidad" la medida disciplinaria le fue comunicada "al día siguiente de que se apersonaran diputados de la Provincia a reconocer las falencias de estructura y de insumos básicos en el hospital".
Indicó que los legisladores habían llegado motivados por "otras quejas" que recibieron respecto al "mal servicio en el lugar" y lo llamaron a dar su testimonio.
"No tengo en mi legajo ningún llamado de atención ni apercibimiento y estoy a casi cinco meses de jubilarme. Esto es una cuestión arbitraria y de persecución a mi persona, por las falencias que tiene el hospital, que no me las voy a callar nunca -afirmó el médico-, porque me debo a la población y a la salud".
En tal sentido, aseguró que son "innumerables" esas falencias, por "falta de insumos básicos, de recursos humanos y de mantenimiento de las instalaciones, denunciadas por los distintos jefes de servicios".
Señaló a modo de ejemplo que "existe una obra inconclusa desde hace seis años, por la que hay caños sueltos, agua corriendo por tableros eléctricos y cloacas abiertas".
"El área de quirófano, que es nueva, se llegó a llover entera", dijo, y recordó que "un día estábamos operando y lo hacíamos con botas de goma. Parecía un hospital de trinchera", relató.
En cuanto a las razones de la sanción que pesa sobre él, Boero reconoció que aquel día, durante una asamblea en la que directivos y personal estaban tratando la problemática del hospital, pronunció ciertas expresiones respecto de los médicos venezolanos que allí trabajan, pero remarcó que fueron dichas "sin ninguna intención discriminatoria" y ofreció sus disculpas.
En el marco de esta controversia, otros profesionales del nosocomio harán este lunes por la mañana una "sentada" a las puertas del hospital y se convocó a un "abrazo simbólico" al edificio.