"El cáncer cervicouterino es inadmisible en el siglo XXI: no tiene razón de ser. Se asemeja a enfermedades antiguas como el cólera", afirmó Silvina Arrossi, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes).
La científica y su equipo publicaron en la revista médica británica The Lancet los resultados de un proyecto que se implementó en mujeres jujeñas de más de 30 años entre 2012 y 2014, población que fue elegida porque Jujuy era en ese momento una de las provincias con mayor mortalidad por ese tipo de cáncer en el país.
Dichos resultados demostraron que el test para detectar el virus del papiloma humano (VPH) es "más eficiente" que el Papanicolau (Pap) para reducir el cáncer cervicouterino causado por ese virus de transmisión sexual.
En su momento, Arrossi había señalado los puntos claves por los cuales Jujuy es uno de los referentes a nivel nacional y mundial en materia de prevención de cáncer cervicouterino: "La primera gran acción fue establecer, como primera provincia en el país, el test de VPH como tamizaje primario, además de la instalación del laboratorio para esta enfermedad en el hospital ´Pablo Soria´ y la innovación que tuvieron con la introducción de la autotoma con los agentes sanitarios", destacó.
"Hay que tener en cuenta que el cáncer cervicouterino es una enfermedad de mujeres socialmente vulnerables, de bajo nivel educativo, con poco acceso a información y a los servicios de salud. Como la autotoma implica la auto inserción de un cepillo en la vagina, pensamos que esto podía ser rechazado, pero las mujeres lo aceptaron y hasta lo prefirieron", destacó la investigadora.
"El estudio demostró que la posibilidad de hacerse la autotoma aumentaba cuatro veces la realización del test de VPH", subrayó Arrosi, para a la vez asegurar que "el caso argentino fue un modelo para el mundo". Así es que países como Australia, Inglaterra y Estados Unidos ya incorporaron el test de VPH a sus sistemas de salud.
"Argentina fue realmente pionera en la implementación del test, pero nosotros siempre decimos que el test no cura, sino que lo que cura es un sistema de salud con una red de tamizaje, diagnóstico y tratamiento que funcione de manera efectiva y permita a las mujeres cumplir todo el proceso", completó la investigadora.