Mientras la agresión de Rusia no cesa sobre el territorio ucraniano, desde Kiev han desplegado una intensa estrategia política y diplomática para aumentar la influencia de Ucrania en América Latina, una región que, en general, condenó la invasión de Moscú pero no se implicó en sanciones o envíos de armas.
“Queremos comprometernos más con los países de América Latina”, admitió Dmitró Kuleba, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, durante una entrevista exclusiva con la Alianza Informativa Latinoamericana (AIL). Adelantó, además, que desde Kiev iniciaron las tratativas para que Volodimir Zelenski pueda visitar la región.
Por su parte, no ocultó su deseo de que los países latinoamericanos se comprometan también con el apoyo militar. “Argentina podría cambiar su posición de no enviar armas a Ucrania”, lanzó el canciller ucraniano, uno de los más activos funcionarios de Zelenski.
- El presidente Volodimir Zelenski propuso una cumbre con los países latinoamericanos. ¿Cuándo, dónde y por qué esta cumbre?
- La respuesta a ‘¿por qué?’ es muy simple: porque Ucrania respeta a los países latinoamericanos, aprecia a los amigos de la región, quiere mantener un diálogo activo y productivo con ellos y quiere abordar temas de la agenda mundial en conjunto. Estamos en consultas con algunos países de América Latina sobre estos temas. Pero Ucrania aprovechará todas las oportunidades para comprometerse con los países latinoamericanos. Esta es la posición del presidente y esta es también mi posición como canciller.
- ¿Sienten que muchos países de la región han tenido una posición un tanto ambigua, neutral?
- Creemos que la neutralidad no es la respuesta a la guerra lanzada por Rusia. Puedes ser neutral cuando no hay una imagen clara a la vista, pero este no es el caso cuando se trata de la agresión de Rusia contra Ucrania. Rusia atacó en violación de la carta de la ONU. Ucrania ejerce el derecho a la autodefensa de acuerdo con la carta de la ONU. Por lo tanto, no se puede aplicar neutralidad a esta situación. Buscamos apoyo político en la Asamblea General de la ONU y muchos países latinoamericanos votan a favor de las respectivas resoluciones de Ucrania, pero también buscamos apoyo práctico y proyectos comerciales y de inversión mutuamente beneficiosos.
- ¿Qué espera Ucrania de América Latina? ¿Armas? ¿Sanciones? ¿Apoyo político?
- Esperamos que la región recuerde su propia gran historia, que nació como resultado de la lucha por la libertad, y esto es exactamente por lo que lucha Ucrania. Por la libertad, por el derecho a decidir su propio futuro. Y si esto se convierte en el principio rector de la política exterior de los respectivos países latinoamericanos, todos estarán cien por ciento de nuestro lado, no solo al momento de votar las respectivas resoluciones de la ONU, sino también al momento de tomar decisiones sobre el suministro de armas o sumándose a nuestro esfuerzo por establecer un tribunal especial para los crímenes de guerra de Rusia.
- Países como la Argentina, Brasil y Colombia tienen una posición de no envío de armas. ¿Decepciona a Ucrania?
- Bueno, respetamos las restricciones legales. Si algún país está obligado por la constitución o la legislación a no enviar armas al extranjero, lo respetamos. Pero Ucrania no está bajo ninguna restricción o prohibición en el campo de la asistencia militar, por lo que hay no hay razones legales para no comerciar armas con Ucrania o enviar armas a Ucrania. Esta es solo una elección política, y creemos que esta elección se puede cambiar.
- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso mediar en la guerra junto con China y los Emiratos Árabes Unidos. ¿Lo ven como un mediador confiable?
- El presidente Lula tuvo una conversación muy buena y constructiva con el presidente Zelenski hace unas semanas. Damos la bienvenida a cualquier esfuerzo por poner fin a esta guerra, dado que estos esfuerzos se basan en dos principios fundamentales. Primero, el objetivo del esfuerzo de paz debe ser para restaurar la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas. No haremos ninguna concesión territorial. Cualquier plan basado en la idea de que Ucrania debe ceder sus territorios a cambio del fin de la guerra es defectuoso, está condenado, no funciona. Lo intentamos, no funciona. Lo intentamos antes de que comenzara la invasión a gran escala, estaba el proceso de Minsk. Y el segundo principio es que este conflicto no debe congelarse, porque congelar el conflicto no termina la guerra. retrasa la guerra. Así que cualquiera que construya sus esfuerzos de paz sobre estos dos principios es bienvenido a continuar con sus esfuerzos.