La muerte de la Reina Isabel II dejó un vacío en la corona británica que deberá llenar su hijo Carlos III quien herederá el trono en las próximas horas de forma oficial. Sin embargo, tras varios siglos de gobierno en diferentes partes del mundo, la preocupación está por la consolidación de la Commonwealth en algunos sectores como el Caribe.
Es que tras conocerse la noticia de la muerte de la Reina algunos dirigentes de las principales colonias británicas en el Caribe expresaron su postura contra Carlos III y llaman a rechazarlo como su jefe de Estado, algo que podría significar un quiebre en el Reino Unido.
El primero en expresarse fue el primer ministro de Jamaica quien dijo que su país lloraría a Isabel, al igual que Antigua y Barbuda que pondrán las banderas a media asta hasta el día de su entierro. Sin embargo, ya son varios los sectores que se han expresado sobre el papel que desempeñará el monarca tras la muerte de su madre, que gobernó durante 70 años.
Esto podría significar una especie de quiebre dentro del Commonwealth en todo el mundo, una de las principales uniones que logró forjar la corona británica tras los movimientos independistas que fueron surgiendo después de la Segunda Guerra Mundial.
Ya es algo que tiene preocupado a la corona desde la última cumbre que se celebró en Kigali, Ruanda, cuando se hizo el traspaso de liderazgo de Isabel a Carlos. Allí varios dirigentes expresaron su malestar con el trono, como también hubo pedidos de pagos de reparación y una disculpa por la esclavitud en la gira que hizo Guillermo por Belice, Jamaica y Bahamas.
Los antecedentes recientes no son lo más alegres para la corona después de que Barbados hizo pública la decisión de dejar de reconocer a la reina como jefa de Estado el año pasado y que se hizo efectivo en este 2022. Jamaica es otro de los países que podría seguir ese ejemplo.
Qué es el Commonwealth y por qué es importante para la corona
Una de las virtudes que tuvo la reina Isabel fue apaciguar los movimientos independistas que fueron surgiendo a lo largo del siglo XX con varias naciones intentando tener su autonomía parlamentaria como un estado autónomo. Esto pasó con Irlanda con la guerra que se desató entre el Ejército Republicano Irlandés contra el Reino Unido, que terminó con la independencia de ese país.
El impacto fue tal que desde el Reino Unido determinaron que otorgarían independencia a las naciones que pertenecían al Imperio Británico mientras que reconocieran a la Corona como principal jefe de Estado. Es decir, estos países se autogobiernan, pero siguen bajo el ala del reinado y se lo denominó como Mancomunidad Británica de Naciones. En total la integran 56 países en todos los contientes.