El primer ministro italiano Mario Draghi presentó este jueves su renuncia irrevocable al presidente de la República, Sergio Mattarella, quien probablemente convoque a elecciones anticipadas entre el 25 de septiembre y el 2 de octubre.
Draghi había renunciado hace una semana, después de que el populista Movimiento 5 Estrellas se negara a votarle la confianza argumentando que el primer ministro no respondía a sus demandas en nueve puntos, sobre varios problemas sociales.
Pero este miércoles, Draghi se encontró con un escenario inesperado, ya que dos partidos de derecha que forman parte de su coalición se negaron también a darle la confianza. A su vez, reclamaron un nuevo modelo de gobierno, siempre presidido por el primer ministro, pero que excluya a varios ministros actuales -del área progresista- y con un nuevo programa.
De esta manera, se generó una crisis de las más grandes que se recuerdan en los 70 años que lleva el parlamento republicano. Solo 95 senadores dieron afirmativamente su voto de confianza. Tres partidos importantes se negaron a participar de la votación.
Con este panorama, Mario Draghi se presentó esta jueves en la Cámara de Diputados y fue recibido con una ovación de gritos y aplausos de la mayoria de los parlamentarios.
En ese marco, respondió con una broma. “Los banqueros centrales a veces usan el corazón”, dijo, haciendo alusión al chiste que hizo en una cena a los corresponsales extranjeros acerca de que un hombre que necesitaba un trasplante al corazón y entre el de un joven y un viejo banquero eligió al segundo: “porque tiene el corazón sin uso”.
Luego de eso, se dirigió al Palacio del Quirinal para informar su decisión al jefe del Estado. Tras presentar su renuncia ante Mattarella, regresó a la Cámara de Diputados e informó su decisión irrevocable.
Como consecuencia, se espera que Mattarella disuelva las Cámaras y convoque a elecciones generales anticipadas entre el 25 de septiembre y el 2 de octubre. Por otra parte, le pedirá a Draghi que continúe al frente de un gobierno con poderes reducidos a los asuntos corrientes.
