Quiso batir un récord mundial y no le salió muy bien su “jugada”: un apneísta español se desmayó a 125 metros de profundidad, y debió ser rescatado para salvarle la vida.
En el fondo del mar, este joven español perdió el conocimiento, pero la rapidez de su equipo de trabajo hizo que la anécdota no se transformara en desgracia.
El apneísta, Miguel Lozano, estaba intentando romper el récord mundial de inmersión. Se trata de un subcampeón mundial de esta arriesgada disciplina.
Para su “hazaña”, descendió sin un tanque de oxígeno en aguas de Honduras, pero debió ser rescatado rápidamente por sus ayudantes.
Las imágenes dramáticas quedaron registradas en un video. En ellas se lo puede ver a Lozano perdiendo el conocimiento. En ese instante, uno de sus ayudantes le tapa la boca para que no inhale agua.
Otro buzo contribuyó a que el cuerpo del español se mantuviera en posición vertical mientras realizaban el ascenso.
Una vez en la superficie, los médicos atendieron al apneísta. Fue el propio Lozano, ya recuperado, quien compartió el video en sus redes sociales para mostrar los riesgos que se corren al practicar esta actividad.
“Solemos tratar de ocultar los accidentes en la apnea para no dar una mala imagen y acercar la apnea al gran público. Rara vez se produce un síncope, pero cuando ocurre, como parte de nuestro deporte y con los protocolos adecuados, como podéis ver en el vídeo (y como pasaría en otros deportes como la escalada) no tuve consecuencias”, comentó.
“Gracias al equipo de Roatan Freediving, que realizó una actuación impecable y mentalmente me permitió enfrentarme a este intento de récord mundial”, cerró con agradecimientos por salvar su vida.
Anteriormente, Lozano ya se había sumergido 121 metros también en Honduras en el año 2016. Tan solo tres personas lograron esa marca en todo el mundo.