La guerra entre Rusia y Ucrania continúa con ataques a distintas zonas de este último país y recientemente se dieron a conocer evidencias de ejecuciones de soldados del Kremlin a hombres en la ciudad de Bucha.
Estas evidencias, testimonios y videos que obtuvo el New York Times muestran cómo los paracaidistas rusos ejecutaron al menos a ocho ucranianos en un suburbio situado en Kiev, la capital, el pasado 4 de marzo, y pueden ser tomados como posibles crímenes de guerra.
Qué evidencian las pruebas de las ejecuciones a los hombres ucranianos
Armados con pistolas, los paracaidistas rusos apuntan a estos ocho hombres ucranianos por una calle en Bucha. A algunas de las víctimas se las ve encorvadas, mientras sujetan los cinturones de los que tienen delante de la fila. Otros, a su vez, mantienen sus manos entrelazadas en sus cabezas.
Así, la evidencia indica que estos hombres, que luego fueron ejecutados, estaban bajo la custodia de soldados rusos antes de morir. A posteriori, se ven obligados a tirarse al suelo. Y luego, según las palabras de determinados testigos, fueron llevados detrás de un edificio y se escucharon disparos.
Todo este accionar puede catalogarse como crímenes de guerra. Unas imágenes obtenidas también por el New York Times del día posterior, muestran los cadáveres de estos hombres ucranianos.
Rusia sostiene que las imágenes son “una provocación y una falsificación”
Los líderes rusos afirman que esas imágenes no coinciden con la realidad de lo sucedido, sino que son una “provocación y una falsificación” por parte de Ucrania.
Sin embargo, una investigación realizada por el periódico estadounidense arrojó más evidencias en lo sucedido, dado que se publicaron los videos de los paracaidistas rusos que reunieron y ejecutaron de forma intencional a estos hombres, lo que demuestra crímenes de guerra.
La investigación del New York Times sobre los posibles crímenes de guerra
Para llevar más luz en el asunto, el New York Times viajó a Bucha para entrevistarse con un sobreviviente y testigos, además de médicos forenses, policías y militares. Así, lograron recolectar evidencia inédita sobre esos hechos.
A raíz de esto, se pudo dar con las identidades de las víctimas, muchos de ellos trabajadores en tiendas y fábricas, padres de familia y que vivían vidas por fuera de lo militar. Pero ante las restricciones de poder abandonar el país cuando la guerra comenzó, se vieron envueltos en un conflicto del cual no supieron cómo sobrevivir.
Cabe recordar que Rusia ingresó por primera vez a Bucha en febrero, tan solo unos días después de comenzada la guerra. Luego se reagruparon y regresaron el 3 de marzo.
Lo que contó un sobreviviente de este ataque ruso
El testimonio de uno de los protagonistas de la masacre muestra qué fue lo que sucedió. Luego de describir pormenorizadamente la escena, este hombre, identificado como Skyba, relató que los rusos lo mantuvieron cautivo y le dispararon.
“Me dispararon y me caí. La bala entró en mi costado”, y luego completa: “Me caí y fingí estar muerto. No me moví y no respiré. Hacía frío afuera y se podía ver el aliento de la gente”.
Así, este sobreviviente, a quien le dispararon, pero la bala le generó una herida de entrada y salida, pudo relatar en primera persona lo sucedido.
Stephen Rapp, exembajador general de Estados Unidos para asuntos de crímenes de guerra, opinó sobre los crímenes de los hombres de Bucha, diciendo que “es el tipo de incidente que podría convertirse en un caso sólido para el enjuiciamiento por crímenes de guerra”.
Hay que mencionar que estos hombres, al estar desarmados y detenidos por los rusos, pasaban a estar “fuera de combate”, según las leyes de la guerra, confirma Rapp.