La guerra entre Rusia y Ucrania, además de las pérdidas humanas, políticas y sociales que genera, también está ocasionando una merma en el plano económico.
En ese sentido, Europa decidió dar un giro estratégico, y en lugar de comprarle gas a Rusia, por primera vez se abastecerá de este material con Estados Unidos.
De esta manera, es la forma que encuentra Occidente de castigar y desdeñar el régimen del Kremlin, a raíz de la invasión que ya desde febrero mantiene en tierras ucranianas.
Lo cierto es que, en este contexto, la empresa rusa Gazprom redujo su producción en un 8,6%, un dato que preocupa a las autoridades rusas.
Sucesos históricos para Europa
En lo que va desde que comenzó la guerra, ya fueron refugiados poco más de 4,5 millones de ucranianos. Los otros datos que sorprenden y preocupan es que se está revirtiendo la tendencia a la baja de la militarización europea. Y lo que se venía dando desde hace meses, en el último tiempo ha cambiado de rumbo.
Además, en el plano económico, la inflación también comienza a mermar a las potencias europeas. Para junio, en la Eurozona se registró un alza de los precios de un 8,6% interanual, algo que no se registraba desde la crisis del petróleo en los años ‘70, hace 50 años.
Por todo lo mencionado, Europa intenta tomar nuevamente el timón de su rumbo, y es por ello que decidieron dejar de comprarle gas a Rusia, para volcarse como opción hacia Estados Unidos, un hecho histórico, sin dudas.
Estados Unidos, el proveedor de Europa
La Agencia Internacional de la Energía reflejó esta situación inédita: que el Viejo Continente se volcó a comprar más gas natural licuando de Norteamérica, en desmedro de Rusia.
Esto, por supuesto, favorece al gigante de América, que centra su producción en tratar de abastecer a un mercado europeo cada vez más demandante. Los datos reflejados indican que en abril, el 54,1% de las exportaciones de gas licuado estuvieron destinadas a España, Francia, Países Bajos, Polonia y Reino Unido.
La prioridad, entonces, pasa por no seguir “financiando” la guerra que lleva adelante Putin y compañía, y es por ello que Europa ha decidido tomar esta radical determinación.