El exdirector de la morgue de la Facultad de Medicina de Harvard, Cedric Lodge, está bajo la mira de la Justicia. Se lo acusa de robar cráneos, cerebros, huesos y distintas partes de los cadáveres que poseía la institución para realizar prácticas e investigaciones y una vez que no se utilizaban más, tenían la orden de cremarlos.
Este hombre era parte de una “red nacional” que comerciaba estos restos y no se sabe para que se los utilizaban, lo cual reviste la principal incógnita de la Justicia.
También están detenidos su esposa y otras cinco personas. Según los fiscales, este hombre que tiene 55 años, robó partes diseccionadas de cadáveres como parte de un plan que se extendió de 2018 a principios de 2023.
A veces Lodge se llevaba directamente los restos — que incluían cabezas, cerebros, piel y huesos — a su casa, mientras que algunas otras partes fueron enviadas por correo a compradores, según las autoridades.
Desde la fiscalía afirman que el exdirector de la morgue llevaba también a los compradores a las instalaciones de Harvard para que ellos mismos sean quienes elijan los restos que deseaban llevarse.
Las ventas se acordaban a través de llamados y mensajes en las redes sociales.
“Algunos delitos desafían el entendimiento”, comentó el fiscal Gerard Karam en un comunicado.
“Es tremendamente atroz, pensando que las víctimas se ofrecieron voluntariamente para que sus restos se utilizaran para educar a profesionales de la medicina y promover la ciencia y la curación”, añadió.
La acusación afirma que el hombre utilizaba piel humana y la “curtia” para crear cuero. Y que otro de los acusados robó restos de dos bebés de una morgue de Arkansas en la que trabajaba.
Desde la fiscalía afirman que esta red poseía alrededor de 100.000 dólares de pagos de tráfico ilegal.
El comunicado de Harvard
Publicaron un mensaje en la página de la Universidad al que lo titularon: “Una abominable traición”.
Los decanos George Daley y Edward Hundert se refirieron al asunto como algo “moralmente reprobable”.
“Estamos consternados al enterarnos de que algo tan inquietante haya podido ocurrir en nuestro campus, una comunidad dedicada a curar y servir a los demás”, escribieron.
“Los incidentes denunciados son una traición a la facultad y, lo que es más importante, a cada una de las personas que de forma altruista eligieron donar sus cuerpos a través del Programa de Donaciones Anatómicas para avanzar en la educación médica y la investigación”, finalizaron.