Una jubilada estadounidense de 70 años, Michelle Hardenbrook, gana millones con un trabajo algo particular: publica fotos y videos en la plataforma que ofrece contenido erótico, Only Fans.
A pesar de su rotundo éxito económico, pesa sobre ella un problema familiar: su hija está en disconformidad con lo que Michelle hace, y no le habla. A lo que ella responde: “No me importa, amo mi éxito”.
“La gilf de tus sueños”, la descripción de esta jubilada en Only Fans
Así es como se define esta mujer en la plataforma que ofrece contenido para adultos. Su perfil lo lanzó en enero del 2020, unos meses antes de iniciarse la pandemia por el coronavirus, y desde ese momento su éxito comenzó a crecer rotundamente.
“Siento que finalmente he encontrado aquello en lo que soy bueno”, destacó orgullosa por su éxito.
Michelle Hardenbrook, es una jubilada oriunda de Luisiana, Estados Unidos, y sobre su participación en Only Fans, ella describe que fue una “nueva oportunidad” para su vida, aunque ello signifique estar separada de su hija.
“Siento una gran sensación de logro, pero la parte triste para mí es que no puedo contarles a las personas que conozco y amo sobre mi éxito porque estaría mal visto”.
Recaudar dinero para un hijo discapacitado
Michelle comenzó a subir contenido erótico a Only Fans con el claro objetivo de juntar dinero para costear un tratamiento para otro de sus hijos, que padece de una afección cardíaca debilitante.
“Solía trabajar como secretaria por US$6,50, pero, en el primer mes en Only Fans, gané más de US$29.000 gracias a un video que publiqué donde buscaba ‘voluntarios’”.
Respecto al contenido sexual de sus publicaciones, la mujer describió que “el sexo cambia a medida que envejeces”, pero luego recalcó: “No cree que debas parar una vez que llegas a cierta edad”.
“Tenés que hacer ciertos ajustes, pero aun así puede ser muy satisfactorio, placentero y divertido. Muchas mujeres, especialmente una vez que llegan a la menopausia, han terminado. Pero no yo”.
Aunque claramente, todo no es color de rosas en la vida de esta jubilada norteamericana: “Me dolió mucho en el corazón durante diez años que mi hija se sintiera tan mal por mí, pero ella es una adulta y los adultos pueden elegir con quién interactuar, incluso si es un miembro de la familia”.
Pero luego resaltó: “Mi hijo lo sabe y está de acuerdo. Siempre he sido muy abierta con mis hijos sobre mi sexualidad. Sabían que me masturbaba, pero ciertamente nunca frente a ellos. En cambio, mi otra hija no me habla desde hace 20 años. Estoy seguro de que si se enterara de lo que estoy haciendo, ahora tendría más municiones para no hablarme”.