Ante los ataques invasivos de Rusia en territorio ucraniano, los ciudadanos de este último país hacen todo lo que está a su alcance para ponerse al resguardo de la avanzada rusa. Es por ello, los lugares que antes funcionaron como catacumbas medievales, hoy día funcionan como refugios anti-bombardeos.
Estos sitios son antiguos túneles que yacen bajo una de las iglesias de Lviv y se sabe de sus usos ya para el siglo XII, cuando la gente acudía a ellos para protegerse.
La Iglesia de la Guarnición de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, también conocida como la Iglesia Jesuita, es la actual de la Iglesia greco-católica ucraniana en la ciudad de Lviv.
Además, esta iglesia funciona como la sede religiosa castrense local, lo que le da -en tiempos de guerra- una connotación mayor y más trascendental.
Lo cierto es también que debajo de su infraestructura existen varios túneles antiguos de siglos tempranos de la historia de la humanidad, y entre ellos se contabilizan catacumbas, las cuales datan su existencia desde el siglo XII, en el apogeo de la Baja Edad Media y servían para proteger a ciudadanos de eventuales incendios, catástrofes y también guerras.
El paralelismo con lo que está sucediendo en la actualidad en Ucrania, con la invasión de Rusia, se vuelve inevitable en muchas aspectos y ante esta realidad surge la necesidad de los ciudadanos de volver a apelar a las catacumbas y los túneles para protegerse de los ataques, tal cual sucedió hace casi 1.000 años atrás.
Estas catacumbas tienen la características de ser pasadizos que están cavados en la misma piedra, con techos bajos y paredes de ladrillos, que se extienden por varios kilómetros.
Lo cierto es también que hasta hace unas semanas atrás, todas estas catacumbas funcionaban como museos, ajenas como estaban a su antaña función de protección de los ciudadanos. Pero es que desde hace 12 días, la suerte de Ucrania cambió, y lo que antes sirvió para salvarle la vida a miles de personas, en la actualidad estaría cumpliendo las mismas funciones.
De todos modos, por el momento no se han dado los ataques más notorios en esta zona, pero sí rige un toque de queda y el temor se hace sentir entre los ciudadanos que buscan refugio mientras en la superficie los soldados se enfrentan hasta la muerte.