El presidente Sebastián Piñera protagonizó un papel sin precedentes en la respuesta gubernamental a la tragedia minera en Chile. Su activa presencia en el lugar del accidente tras el derrumbe el 5 de agosto de 2010 dejó a los trabajadores a más de 600 metros de profundidad.
Desde el inicio, Piñera demostró una determinación inquebrantable para abordar la situación, incluso interrumpiendo su gira oficial en el extranjero para enfrentar el desafío en Chile. Al visitar la mina y reunirse con las familias afectadas, Piñera no solo mostró empatía y solidaridad, sino también un compromiso personal con el rescate.
El esfuerzo de Sebastián Piñera en el rescate
El presidente Piñera se comprometió a utilizar todos los recursos disponibles, incluso solicitando ayuda internacional y movilizando la maquinaria y el personal de las empresas mineras en el país. Su enfoque fue claro: no se escatimarían esfuerzos ni recursos para salvar vidas. A medida que avanzaba la crisis, Piñera enfrentó preguntas difíciles y decisiones delicadas sobre el manejo del rescate. Aunque algunos criticaron su optimismo y retórica en momentos críticos, para otros, su enfoque positivo y su fe en el “milagro” fueron fuentes de esperanza y motivación.
Incluso en medio de la tragedia personal, con la pérdida de su suegro por cáncer, Piñera continuó liderando desde el frente, mostrando su compromiso. La misión parecía imposible, al punto tal de que el gobierno de ese país anunció que el rescate sería cancelado porque no había esperanzas. Sin embargo, la fuerte protesta de los familiares de las víctimas obligó a un nuevo intento.
Recién 69 días después de la tragedia lograron corroborar que los mineros estaban con vida, aunque con avanzados síntomas de desnutrición, y salvarlos de esta situación.
El mensaje de Piñera sobre los mineros días antes de morir
El anteúltimo tuit realizado por Piñera fue dedicado al rescate: “Hoy se cumplen 13 años desde que Chile dio un ejemplo al mundo del poder de la unidad, la fe, la voluntad y la esperanza, al salvar, en condiciones extraordinariamente adversas, la vida de 33 mineros atrapados en las entrañas profundas de la mina San José en el Desierto de Atacama”.
“Fue un canto a la vida que inspiró al mundo y mostró lo mejor del temple de los chilenos y el alma de nuestra nación”, finalizó el tuit que escribió el 13 de octubre del año pasado.