El conflicto en Ucrania sigue en plena escalada y la tensión continúa en alza. Esta vez, fue Vladimir Putin el que cruzó una línea que es difícil de apagar: reconoció la independencia de repúblicas separatistas prorrusas cercanas a la frontera y ordenó desplegar tropas en esos territorios para “mantener la paz”.
Este movimiento de Moscú se da en medio de la escalada de tensión que fue creciendo en los últimos días, con discursos cada vez más elevados del mandatario ruso como de Joe Biden, el presidente de Estados Unidos.
La medida que tomó Putin es similar a lo que pasó en 2008, cuando el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dimitri Medvédev, reconoció a las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur, previo a la guerra de Georgia.
Según el propio Putin, esa medida permitió salvar “centenares de miles de vidas” de residentes de esos territorios.
Por qué Rusia teme que Ucrania se sume a la OTAN
El conflicto remonta a otras épocas, más cercana a lo que pasó durante la guerra fría, pero las implicancias de Estados Unidos y Europa occidental sobre el oriente del viejo continente genera tensiones en el Kremlin.
Es que si Ucrania o cualquiera de los ex países de la Unión Soviética se meten en la OTAN esto dejaría a Moscú débil ante un posible futuro ataque por parte de la organización. La intención es que tanto Ucrania como Bielorrusia sean una suerte de barrera entre Rusia y Occidente.
Cuál fue la reacción de Estados Unidos y Europa a la decisión de Moscú
Las primeras reacciones de Estados Unidos como de los socios de la OTAN han sido de tinte económico y comercial. La Casa Blanca anunció que la región separatista de Ucrania tendrá sanciones para acceder a algún crédito o ayudas.
En tanto, el presidente estadounidense, Joe Biden, el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente francés Emmanuel Macron dijeron que la decisión de Putin “no quedará sin respuesta”, según un comunicado de Berlín.
Mientras, en Kiev, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, habló con Biden y convocó de urgencia al Consejo de Seguridad Nacional y Defensa para prepararse para lo que se considera ya una invasión inminente.