La OTAN por el momento parece mantenerse al margen del conflicto armado entre Rusia y Ucrania que comenzó el pasado jueves. Si bien ya hay confirmadas 130 bajas del lado ucraniano, la Alianza del Atlántico Norte no se verá involucrada.
Esto se debe a que la OTAN solo puede participar de conflictos bélicos en caso de que se ataque a uno de los 30 países que son miembros de la organización. De acuerdo a lo que indica el tratado, no se puede intervenir en guerras de los países que no son parte.
En ese marco, el caso de Ucrania solo se vería afectada la OTAN en caso de que se la sume de forma inmediata a la Alianza. Así se aplicará el artículo 5 del Tratado de Washington en donde se apelará el “principio de defensa colectiva”. Esto se da cuando uno o más de los países miembro se ve atacado por otro externo.
Qué es la OTAN y para qué sirve
La Organización del Tratado del Atlántico Norte es un pacto militar que fue creado en 1949 ante la salida de la Segunda Guerra Mundial entre los países que habían resultado victoriosos y se perfilaban como las potencias del mundo.
En ese marco, el tratado fue firmado en un comienzo por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Bélgica, Canadá, Noruega, Dinamarca, Islandia, Italia, Países Bajos, Portugal y Luxemburgo.
Allí los más poderosos siempre fueron Estados Unidos, Reino Unido y Francia, quienes se han dedicado a no solo controlar las operaciones, sino que se tiene en cuenta su voz para la toma de decisiones.
Hoy en día, son 30 las naciones que integran la OTAN en 73 años de historia con países que se han sumado de Europa y América del Norte.
Qué ex países de la Unión Soviética están en la OTAN
Estonia, Letonia y Lituana son tres de los países que se han separado de la Unión Soviética después de su disolución en 1990, que se han sumado a la Alianza del Atlántico Norte, generando así una escalada en las tensiones entre Rusia y el resto de los países de Europa.
De hecho, la situación que se vive en Ucrania fue generada justamente porque este país apuntaba a unirse a la OTAN dejando así las fronteras de Rusia al borde de los que Putin considera como “enemigos”.