A un año de guerra en Ucrania: el conflicto continúa sin un cese previsto en el horizonte

El 24 de febrero de 2022, Vladímir Putin inició una cruenta guerra que ha dejado miles de muertos.

A un año de guerra en Ucrania: el conflicto continúa sin un cese previsto en el horizonte
Natali Sevriukova llora junto a su casa tras un ataque con cohetes en la ciudad de Kiev, Ucrania, el viernes 25 de febrero de 2022. (AP)

Hace un año, el 24 de febrero de 2022, Vladimir Putin desencadenó la primera guerra de agresión a gran escala en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Militares ucranianos suben a un vehículo de combate en las afueras de Kiev, Ucrania, el sábado 2 de abril de 2022. A medida que las fuerzas rusas se retiran de la región de la capital de Ucrania, las tropas en retirada crean una situación "catastrófica" para los civiles al dejar minas abandonadas alrededor de las casas, equipo e "incluso los cuerpos de los asesinados", advirtió el sábado el presidente Volodymyr Zelenskyy.(AP)
Militares ucranianos suben a un vehículo de combate en las afueras de Kiev, Ucrania, el sábado 2 de abril de 2022. A medida que las fuerzas rusas se retiran de la región de la capital de Ucrania, las tropas en retirada crean una situación "catastrófica" para los civiles al dejar minas abandonadas alrededor de las casas, equipo e "incluso los cuerpos de los asesinados", advirtió el sábado el presidente Volodymyr Zelenskyy.(AP) Foto: AP

Cómo comenzó la invasión a Ucrania

El 24 de febrero, Putin anunció a través de un discurso por televisión el comienzo de una “operación militar especial” en Ucrania. “Las circunstancias requieren acciones firmes e inmediatas de nuestra parte. Las repúblicas populares de Donbás pidieron ayuda a Rusia. En ese sentido, de acuerdo con el artículo 51 parte 7 de la Carta de las Naciones Unidas, con el consentimiento del Consejo de la Federación Rusa y de acuerdo con el ratificado acuerdo de amistad y ayuda mutua del 22 de febrero de este año con la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, decidí llevar a cabo una operación militar especial”.

“El objetivo es la protección de las personas que, durante ocho años, sufrieron abusos y genocidio por parte del régimen de Kiev”, justificó el líder del Kremlin.

Agrego que, “Instamos a que dejen las armas de inmediato y se vayan a casa. Lo explicaré: todos los militares del Ejército ucraniano que cumplan con este pedido pueden abandonar libremente el área de las acciones militares y regresar con sus familias”.

El líder del Kremlin reiteró sus acusaciones infundadas de un “genocidio” orquestado por Ucrania en el este de habla rusa del país y denuncia una política “agresiva” de la OTAN.

Su ejército comenzó una invasión con la entrada de tropas terrestres por el este, el sur y el norte —desde Bielorrusia, aliada de Moscú y un desembarco anfibio desde el mar de Azov. Tanques rusos avanzaron por las principales rutas ucranianas. Estaban pintados con la letra Z, símbolo que recuerda la época más oscura del siglo XX.

Los tanques rusos se identifican con "Z".
Los tanques rusos se identifican con "Z".

Los ataques aéreos tuvieron como blanco la capital Kiev, Kramatorsk (cuartel general del ejército ucraniano en el este) y Kharkiv, la segunda ciudad más grande ubicada cerca de la frontera rusa. También Odesa, en las costas del Mar Negro, y Mariupol, centro de exportación de importancia estratégica.

Consecuencias sobre la población civil

Las hostilidades provocaron, hasta el momento, cientos de miles de muertos y de heridos. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos contabilizo un estimado de ocho mil civiles muertos y otros 13.300 heridos desde el inicio de la invasión, entre ellos, 487 niños fallecidos y otros 954 lastimados.

Volker Turk, titular del organismo internacional, precisó que el 90,3% de las víctimas civiles fueron causadas por explosivos disparados en su mayoría contra áreas pobladas. Además, 219 civiles murieron y otros 413 resultaron heridos a causa de minas terrestres y otros fulminantes letales.

“Los daños causados a los civiles son insoportables”, señaló Turk. “En medio de la escasez de electricidad, combustibles y agua para consumo humano durante los fríos meses de invierno, unos 18 millones de personas necesitan ayuda humanitaria de manera urgente”, declaró.

El conflicto bélico generó la mayor crisis de refugiados en continente europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Desde el comienzo de la guerra, alrededor de ocho millones de personas huyeron del país invadido, de las cuales 4,8 millones cuentan con protección temporal o un estatus similar según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). El 70% de ellos reconoce que sus ingresos o la ayuda que reciben no les alcanzan para cubrir sus necesidades básicas y corren el riesgo de caer en la pobreza. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) considera que en Ucrania hay unos 6,5 millones de desplazados internos.

¿Cuántas vidas se perdieron en combate?

La manipulación constante del número de bajas en uno y otro bando hace imposible estimar cuántos soldados han caído en combate y cuántos resultaron heridos. El Estado Mayor del Ejército de Ucrania dice que, en lo que va del conflicto, mató a unos 143 mil combatientes enemigos. Mientras que el jefe de Defensa de Noruega, Eirik Kristoffersen, elevó esa cifra a 180 mil, contra unos 100 mil abatidos o heridos en filas ucranianas.

En el contexto bélico, los países miembros de la Alianza Atlántica, acordaron ayudar en bloque a Ucrania con la provisión de armamento y de aportes económicos. Llegaron inclusive a modificar el reglamento interno que les prohibía exportar armas a países en conflicto. Lo más sorprendente en ese sentido es que Alemania se apartó de la férrea postura que sostenía tras la Segunda Guerra Mundial y aprobó el envío de tanques Leopard a Ucrania. Otros países europeos replicaron el gesto.

El conflicto, además, impulsó a Finlandia y a Suecia a solicitar su ingreso a la Otan. Ucrania pugna por lo mismo.

Putin apuntó contra Occidente: “Ellos son los culpables”

Los movimientos de expansión del sistema defensivo refuerzan los argumentos de Vladimir Putin desde antes del asalto militar. El martes último, ante los legisladores de la Federación Rusa, volvió a culpar de la guerra a Estados Unidos y a sus aliados en la Otan, y destacó que Occidente lleva gastados U$S 150 mil millones en ayuda a Kiev con el propósito de desintegrar a Rusia.

“Vamos a responder con energía a las agresiones y demostrar que una derrota de Rusia en batalla es imposible”, prometió sin inmutarse.