Se trata del lobo huargo, una criatura legendaria que muchos conocieron por “Game of Thrones”, pero que ahora vuelve a ser real gracias a los avances en ingeniería genética. La empresa responsable de este hito es Colossal Biosciences, una startup científica fundada en 2021 que ya cuenta con más de 120 investigadores y que se ha convertido en líder mundial en lo que llaman “desextinción”.
¿Cómo lograron resucitar al lobo huargo?
Según reveló la revista Time, el proceso comenzó con el análisis de ADN antiguo, extraído de fósiles que datan de entre 11.500 y 72.000 años. Con esa información genética, los científicos lograron descifrar por completo el genoma del lobo huargo.

Luego, modificaron el código genético del lobo gris moderno, reescribiéndolo para que coincidiera con el del huargo. Finalmente, utilizaron perros domésticos como madres sustitutas, dando lugar al nacimiento de tres cachorros genéticamente idénticos al lobo huargo extinto: Rómulo, Remo y Khaleesi.
Este nacimiento no solo marca un antes y un después en la biotecnología, sino que abre las puertas a una nueva era en la conservación de especies.
¿Qué otros animales podrían volver a la vida?
Colossal ya tiene en la mira a otros animales icónicos que desaparecieron por causas naturales o humanas. Entre los próximos candidatos a la desextinción se encuentran:
- El mamut lanudo
- El tigre de Tasmania
- El tilacino
- El dodo
La empresa incluso logró crear un ratón lanudo con genes de mamut, como paso preliminar hacia su resurrección total. La meta es ambiciosa: revertir parte del daño causado por el ser humano en el ecosistema, y devolver especies claves para el equilibrio natural.
El aullido del lobo huargo
En redes sociales se difundieron los momentos íntimos del animal que volvió después de más de 10.000 años.
¿Puede esta tecnología salvar el futuro del planeta?
Con este avance, la ingeniería genética se posiciona como una posible aliada clave para enfrentar la pérdida masiva de biodiversidad. Se estima que, de no actuar, para 2050 el mundo podría perder hasta el 30% de su diversidad genética.
Beth Shapiro, directora científica de Colossal, lo resume así con Time: “Somos una fuerza evolutiva en este momento. Podemos decidir el futuro de estas especies y revertir parte del daño que ya hicimos al planeta”.