Lorena García es una usuaria más de la plataforma de Twitter que actualmente se encuentra viviendo en Europa, donde logró rearmar su vida luego de la crisis económica en Argentina. Con un hilo sobre su experiencia como cordobesa emigrada del país, desató polémica en la red social que todo debate.
“La gente en España piensa que Argentina es un paraíso en Latinoamérica. Y yo digo que sí, es muy lindo, pero tiene la inseguridad en contra” dijo.
“Voy a hacer un hilo de cosas que se hacen en Argentina por seguridad y que de este lado del charco flipan a muchos” escribió y comenzó a enumerar una serie de trucos comunes para muchos argentinos, pero que en otras partes del mundo son impensados.
“Primero: el 99% de las ventanas de la planta baja tienen rejas. El herrero es uno más de la familia” empezó a contar. “Dos: ningún coche duerme en la calle. Un coche sencillo vale 25 sueldos de un obrero y es un bien muy fácil de robar entero o por piezas”.
Mientras muchos tuiteros comenzaban a sentirse identificados, Lorena seguía.
“A partir de cierta hora de la noche no se respetan los semáforos. Parar es arriesgarse a robo con violencia. Nunca se lleva bolso y/o mochila a la vista en el asiento del coche. Los motochoros rompen los cristales y huyen en menos de 15 segundos.”
Sus consejos se volvieron virales rápidamente y los mensajes de odio no tardaron en llegar. Algunos le contestaron que estaba exagerando, por lo que Lorena salió a aclarar su punto de vista.
“Cada tuit tiene una experiencia personal, familiar o de compañeros de trabajo. Incluso el de tráfico de menores por el caso de una compañera de Universidad de Córdoba que Gendarmería recuperó su hijita en la frontera con Bolivia”
Según contó ella le enviaron mensajes privados amenazándola por haber hablado de la realidad de Argentina.
“Algunos coinciden, otros me atacan. Todo lo que escribí fue basado en hechos que me pasaron a mí. A mis hijos me acuerdo de llevarlos al jardín y que hasta la Policía te recomendara no ponerle mucha identificación porque ‘si tienen menos de cinco años puede haber problemas’”, contó.
Y finalizó: “Me dicen que eso ahora cambió. Bueno, me alegro mucho, pero pasaba. Cuando mi marido cobró la indemnización de su trabajo entramos al banco, le pagaron en un sobre, nos dimos media vuelta y nos fuimos. La idea era contar a la gente de acá que Argentina es precioso, pero tiene estas cosas”.