Nunca es suficiente: la psicóloga Psi Mammoliti explica qué hay detrás de la obsesión por hacerlo todo bien

¿Por qué lo que hago nunca alcanza? La psicóloga Psi Mammoliti explica la “herida de injusticia” y su impacto en la adultez

Nunca es suficiente: la psicóloga Psi Mammoliti explica qué hay detrás de la obsesión por hacerlo todo bien
la psicóloga Psi Mammoliti explica qué hay detrás de la obsesión por hacerlo todo bien

¿Por qué algunas personas sienten que nunca es suficiente, aun cuando logran mucho? ¿Qué hay detrás de la necesidad de hacerlo todo bien y de buscar la aprobación constante? La psicóloga Marina Mammoliti, creadora de Psi Mammoliti, analizó en un reciente video el origen de este patrón y lo vinculó con la llamada herida de la injusticia, una marca emocional que se gesta en la infancia y puede condicionar toda la vida adulta.

Qué es la “herida de la injusticia” según Psi Mammoliti

La herida de injusticia se define como la sensación de no recibir lo que uno merece. Según Mammoliti en uno de sus videos de Youtube, suele originarse en los primeros años de vida a través de la relación con las figuras de cuidado. Es en ese entorno donde los niños perciben si son valorados, reconocidos y tratados con equidad.

Cuando esa experiencia falla, se instala la idea de que hay que hacer todo perfecto para ser digno de amor o reconocimiento.

Causas más comunes en la infancia

En su análisis, la psicóloga identifica varias situaciones que pueden detonar la herida:

  • Trato diferente: cuando el niño percibe que recibe un trato desigual en comparación con sus hermanos.
  • hiperexigencia: expectativas irreales donde se valora más la perfección que el esfuerzo.
  • Falta de reconocimiento: cuando los logros no son apreciados.
  • Castigos desproporcionados: sanciones muy duras por errores mínimos.

Cómo se manifiesta en la vida adulta

Para defenderse del dolor, la persona suele desarrollar lo que Mammoliti llama una “máscara de rigidez”. Esta se expresa en:

  • Perfeccionismo extremo.
  • Necesidad de control en todo.
  • Dificultad para expresar emociones.
  • Problemas en las relaciones personales y laborales.
La herida de injusticia se define como la sensación de no recibir lo que uno merece.
La herida de injusticia se define como la sensación de no recibir lo que uno merece.

El resultado es una sensación persistente de que nunca es suficiente, sin importar cuánto se logre.

Cómo sanar la herida de la injusticia

Mammoliti propone un proceso en varios pasos:

  1. Aceptar la herida: reconocer que existe y que forma parte de la historia personal.
  2. Identificar detonantes: detectar qué situaciones activan el sentimiento de injusticia.
  3. Ejercitar la flexibilidad: aprender a adaptarse a imprevistos y tolerar errores.
  4. Cultivar la paciencia: ser más compasivo con uno mismo y con los demás.

Si sentís que nunca alcanza lo que hacés, que siempre falta algo o que la aprobación externa pesa demasiado, puede que estés atravesado por esta herida. Reconocerla es el primer paso para vivir con más libertad y menos exigencia.

*Siempre es recomendable hablar con algún especialista en el tema de salud mental sobre nuestros sentimientos.