Con la llegada del frío y el invierno a la vuelta de la esquina, muchas familias argentinas comienzan a preparar sus hogares para enfrentar las bajas temperaturas. Si bien la estufa sigue siendo uno de los electrodomésticos más populares en esta temporada, una nueva tecnología promete cambiar las reglas del juego: se trata de los paneles solares radiantes.
Este sistema innovador de calefacción no solo reduce el consumo energético, sino que también cuida el medioambiente y ofrece mayor seguridad. ¿Cómo funciona? A diferencia de los calefactores tradicionales, los paneles utilizan radiación infrarroja para calentar los ambientes de manera uniforme y directa, sin resecar el aire ni moverlo como lo hacen los caloventores o estufas a gas.

Una de las grandes ventajas de estos paneles es su versatilidad. Pueden instalarse en techos o paredes, integrándose al diseño del hogar sin ocupar espacio. Además, no tienen partes móviles ni llama viva, lo que los convierte en una opción ideal para hogares con niños, adultos mayores o mascotas.
Las principales ventajas de esta tecnología:
- Menor consumo energético, sobre todo si se combinan con energía solar.
- Mayor seguridad: no hay riesgo de incendios ni emisiones tóxicas.
- Diseño moderno que se adapta al hogar como si fuera parte de la decoración.
- Funcionamiento silencioso, perfecto para dormitorios o espacios de trabajo.
- Mantenimiento casi nulo, a diferencia de otros sistemas que requieren limpieza o revisiones periódicas.
¿Cuánto cuestan los paneles calefactores radiantes?
En Argentina, se consiguen desde los $400.000 en algunas tiendas online, con descuentos de hasta el 45%. Además, muchos modelos se pueden pagar en cuotas sin interés, e incluso con envío gratuito y entrega en 24 horas.
Si bien la inversión inicial puede parecer elevada en comparación con un caloventor, el ahorro a largo plazo en consumo eléctrico y el bajo mantenimiento hacen que los paneles sean una inversión inteligente y sustentable.
Consejos para aprovechar al máximo la calefacción este invierno:
- Aprovechá la luz solar durante el día para mantener la casa cálida.
- Cerrá puertas de ambientes que no uses para conservar el calor donde más lo necesitás.
- Usá cortinas gruesas y burletes para evitar fugas de calor por ventanas y puertas.
- Ventilá los ambientes al menos una vez al día para renovar el aire sin perder temperatura.