El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, expresó este lunes su profundo pesar tras conocerse la muerte del Papa Francisco, ocurrida a las 7:35 de la mañana (hora de Roma) en la residencia de la Casa Santa Marta. La conmoción fue aún mayor al haberse producido apenas unas horas después de un breve encuentro entre ambos, en el que intercambiaron saludos por la Pascua.
“Acabo de enterarme del fallecimiento del papa Francisco. Mi corazón está con los millones de cristianos de todo el mundo que lo amaron”, escribió Vance en su cuenta oficial de X desde Nueva Delhi, donde se encontraba en visita oficial. “Me alegré de verlo ayer, aunque obviamente estaba muy enfermo. Pero siempre lo recordaré por la homilía que dio en los primeros días de la COVID. Fue realmente hermosa. Que Dios le dé descanso”.
El último encuentro con vida del Papa Francisco
El domingo 20 de abril, Francisco y Vance se saludaron brevemente en Casa Santa Marta, residencia del pontífice. Según el comunicado de la oficina de prensa del Vaticano, la reunión duró solo unos minutos y consistió en un intercambio de bendiciones y buenos deseos por la Pascua.

Ese mismo día, el papa Francisco realizó su última aparición pública en el Vaticano: desde el balcón central de la Basílica de San Pedro impartió la tradicional bendición Urbi et Orbi. En silla de ruedas, sin cánula de oxígeno pero visiblemente debilitado, saludó a miles de fieles presentes en la plaza. Aun así, recorrió parte del lugar en el papamóvil y bendijo a algunos niños.
Un final que conmovió al mundo
El cardenal Kevin Joseph Farrel, camarlengo de la Iglesia Católica, fue quien confirmó el fallecimiento del sumo pontífice mediante un videomensaje grabado desde la capilla de Casa Santa Marta. “Con profundo dolor tengo que anunciar que el papa Francisco ha muerto a las 7.35 horas de hoy. El obispo de Roma ha vuelto a la casa del padre”, expresó, acompañado por altos funcionarios del Vaticano.
Francisco, de 88 años, había estado hospitalizado durante 38 días por una neumonía bilateral y había recibido el alta médica el pasado 23 de marzo. No participó en los rituales centrales de la Semana Santa, aunque sí quiso presidir la misa de Pascua. Su apariencia frágil y su dificultad para movilizarse fueron una señal del crítico estado de salud que lo aquejaba.