La Ciudad de Buenos Aires tiene muchos atractivos para los amantes de las salidas nocturnas. Desde eventos especiales, como la Noche de los Museos, las librerías, pizzerías y un gran etcétera, hasta la aperturas de bares, restaurantes y boliches durante largas horas en la madrugada. Para todos los gustos, sea la hora que sea, siempre los turistas y los locales encuentran algo para hacer.
Una de las opciones más elegidas por la juventud es salir a bailar a alguno de los boliches que esté de moda. Entre los espacios bailables también existe una gran oferta, con distintos estilos y presupuestos en varios puntos del centro porteño. Pero esta semana el que se llevó todas las miradas fue Kika, del corazón de Palermo, que generó repudio por la viralización de un polémico tuit.
A través de las redes sociales, los usuarios dejaron el descubierto la insólita política de admisión de las autoridades del local hacia las mujeres y cuáles son sus “requisitos” para poder ingresar. El caso se viralizó a raíz de una captura de pantalla de una cliente con un relacionista público del lugar, pero ante la consulta de si podía ingresar con su madre, la respuesta fue repudiable.
“Una preguntita. Como es mi cumple mi vieja quiere ir conmigo y de paso conocer Kika. ¿Hay algún problema con la edad? Igual es joven, tiene 45, pero para no comernos ningún mal momento, pregunto antes”, fue la consulta después de conocer la modalidad para hacer una reservación. La contestación no se hizo esperar y fue tajante: “No, 45 no”.
Y quien estaba del otro lado del teléfono siguió con su argumento: “Y menos en mujer. Si es un hombre de 45 sí”. Fue entonces cuando cayó la gota que rebalsó el vaso: “Mujeres, máximo de 35 y que esté nueva para que no desentone”. La conversación que circuló por internet terminó allí, pero luego se sumaron testimonios de otros usuarios contando experiencias similares y criticando la actitud del boliche.
Según pudo saber Vía País, el costo para reservar una mesa en el establecimiento va desde los 5 mil a 20 mil pesos, e incluye un crédito para gastar en consumo en las barras del local. Los fines de semana, el ingreso es para personas mayores a 23 años entre la medianoche y las 2 de la madrugada, luego permanece abierto hasta las 6.
En Twitter la captura fue compartida por el usuario @Lukit_az quien de inmediato recibió cientos de respuesta de los internautas indignados con lo sucedido. Si bien aclaró que no se trató de una conversación personal, se hizo eco del intercambio de mensajes y en el posteo remarcó: “‘Que no desentone’ no puede ser legal”.
Un seguidor le respondió su tuit: “Tal cual me pasó hace años en Kika. No me dejaron entrar porque decían que estaba solo y tenía zapatillas.. Les expliqué que adentro me estaban esperando y que dejaron pasar a un pibito con alpargatas delante mío y el patova lo vio. Nunca me sentí tan discriminado”.