Cada vez que el Vaticano entra en Cónclave para elegir un nuevo Papa, todas las miradas del mundo se posan sobre una pequeña chimenea instalada en el techo de la Capilla Sixtina.
Desde allí, sale un humo que anuncia en tiempo real si los cardenales han alcanzado un acuerdo… o si habrá que seguir esperando. Pero ¿qué significa cada tipo de humo?
Blanco o negro: el mensaje oculto del humo papal
En el cónclave, el humo que sale de la chimenea tiene un papel clave como símbolo de comunicación oficial del Vaticano. Se producen dos tipos:
- Humo blanco (fumata blanca): Significa que hay Papa. Los cardenales alcanzaron la mayoría necesaria (dos tercios de los votos) y el nuevo pontífice fue elegido. Es el anuncio más esperado: apenas se ve salir el humo blanco, las campanas de San Pedro suenan y miles de personas se reúnen en la plaza para esperar el histórico “Habemus Papam”.
- Humo negro (fumata negra): Significa que no hubo acuerdo. El voto fue inconcluso, y los cardenales volverán a reunirse para otra ronda de votación. Puede verse varias veces antes de que finalmente aparezca el humo blanco.
¿De qué está hecho el humo?
Tradicionalmente, el color del humo se conseguía quemando las papeletas de votación junto con productos químicos:
- Para el humo negro, se agregan sustancias como alquitrán, carbón o caucho.
- Para el humo blanco, se utilizan químicos como clorato de potasio o lactosa para producir una combustión clara.
Desde el cónclave de 2005, se introdujo una segunda estufa especial que inyecta humo artificial para asegurar que el color sea claro y fácilmente distinguible, evitando confusiones como las ocurridas en siglos anteriores.

¿Cuántas veces al día sale humo?
Durante el cónclave, los cardenales votan dos veces por la mañana y dos veces por la tarde. Después de cada ronda (si no se eligió Papa), se queman las papeletas y se produce una fumata negra. Si en alguna de esas votaciones se alcanza la mayoría, la fumata es blanca.
