Cien millones de años y una combinación impensada: la rara especie descubierta en la Patagonia

Los restos fósiles hallados en Río Negro permitieron determinar que dentro de un mismo grupo de animales podía haber diversas especies, que se diferenciaban por cómo se alimentaban.

Cien millones de años y una combinación impensada: la rara especie descubierta en la Patagonia
Hallaron una nueva especie de cocodrilo prehistórico.

Restos fósiles de una rara especie de reptil fueron hallados en Río Negro recientemente por investigadores del Cocinet, de la Fundación Azara y de otras instituciones. Se trata del Araripesuchus manzanensis, que pertenece al grupo de araripesuquios, pero que se diferencia de otros hallados por la forma de sus dientes.

Nueva especie de cocodrilo prehistórico. Reconstrucción Gabriel Díaz Yantén
Nueva especie de cocodrilo prehistórico. Reconstrucción Gabriel Díaz Yantén Foto: Agencia CTyS

El hallazgo de la especie, que podría tener 100 millones de años, tuvo lugar en el Área Paleontológica de La Buitrera.

La especie presenta una particular combinación, porque si bien pueden ser considerados como “antiguos cocodrilos”, presentaban un hocico angosto y las fosas nasales al frente, ubicadas del mismo modo que las de un perro o un zorro. Los araripesuquios no tenían más de un metro y medio de largo y 40 centímetros de alto.

Este ejemplar en particular, el Araripesuchus manzanensis, se diferencia de otros hallados en Argentina por sus dientes posteriores menos puntiagudos, más redondeados.

“Esos dientes, que llamamos molariformes, recuerdan a los que podríamos ver en algunos mamíferos que comen animales pequeños de caparazón duro, como caracoles e insectos, lo que se conoce como dieta durófaga. Sin dudas, tener una especie más de araripesuquios aumenta la diversidad de especies de lo que vamos conociendo”, subraya Sebastián Apesteguía, investigador del Conicet y la Fundación Azara y uno de los autores del trabajo.

Antes de este ejemplar se habían hallado dos más en nuestro país: el Araripesuchus buitreraensis, también en Río Negro; y Araripesuchus patagonicus, de Neuquén.

Nueva especie de cocodrilo prehistórico.
Nueva especie de cocodrilo prehistórico. Foto: Agencia CTyS

El trabajo actual, publicado en la revista científica Journal of Systematic Palaeontology, cuenta con una descripción detallada enfocada en dos cráneos casi completos, de no más de 10 centímetros de largo, además de una mandíbula con la porción anterior del cráneo. Además, se realizaron tomografías computadas para una mejor descripción de los huesos que se encontraban cubiertos de sedimento.

Un poco cocodrilo... ¿y un poco zorro?

Los araripesuquios tenían los a los costados de la cabeza y los brazos y piernas, en lugar de salir hacia los costados, y se ubicaban bien debajo del cuerpo. “Así, llevaban su panza lejos del suelo y eso les permitía ser animales ágiles que recorrían al trote el desierto buscando comida animal o vegetal, de un modo más parecido al de los zorros actuales que al de otros cocodrilos. Por eso los conocemos como cocodrilos-zorro”, describe.

De acuerdo con hallazgos anteriores, se sabía que este grupo de cocodrilos era “exitoso”, en relación a que se habían encontrado restos de sus especies en varios lugares. “Pero el hallazgo de Araripesuchus manzanensis es clave porque nos da indicios de cuán diversas pueden ser las especies dentro de este mismo grupo en relación con su dieta. No es fácil hallar nuevos animales que tengan fuentes de alimentación diferentes”, precisa el investigador.