El Centro de Almaceneros de Córdoba realizó un informe con el objetivo de dimensionar el impacto de la inflación en el país. En ese contexto, compartieron estadísticas estremecedoras y revelaron que “un 73 por ciento de los menores no desayuna”.
La cifra se desprende de una encuesta nacional (4800 formularios recaudados entre septiembre y octubre) para saber qué consume la población en función de su escala de ingresos. En este sentido, los relevamientos fueron hechos en hogares con ingresos entre 60 mil pesos hasta 160 mil, que fueron divididos en cuatro categorías.
La gerenta del Centro, Vanesa Ruiz, habló con Cadena 3 y aseguró que “la inflación carcome el poder adquisitivo de las familias y esto se traduce en lo que está pasando en la Canasta Básica Alimentaria”.
A la par, el director del ente, German Romero, aseguró a Radio Mitre: “Nos duele y nos vimos en la obligación moral de atender esta situación. No nos alcanza con que el presidente diga que sabe que hay gente que la está pasando mal”.
Números que impactan a las infancias
“Entre los niños de hogares de menores ingresos, el 73 por ciento no desayuna, el 36 no almuerza, 79 no merienda y un 58 no cena. Le tuvimos que poner número a lo que ocurre para que se visibilice, y la verdad es que los índices apenas mejoran en los dos niveles con mejor ingreso económico”, enfatizó Ruiz.
Romero compartió los resultados a nivel general: “Un 82 por ciento de los adultos no desayuna, un 73 de los menores no desayuna, almuerza solamente el 58 de los adultos y solamente 64 de los menores”.
“Se puede llegar a pensar que la no cena es una opción de una moda, como ayuno intermitente, pero en esta escala de ingresos no se cena en pos de que cene un menor, porque los números también son muy duros en cuanto a los menores”, aclaró.
Una canasta demasiado básica
“De los 55 productos que propone la canasta básica del Indec solamente consumen 21 productos. Esos hogares no comen carne vacuna excepto algo de carne molida común, alitas, rancho de pollo y menudos de pollo”, concluyó Ruiz.
“También desapareció el consumo del asado, tan arraigado en nuestra cultura, y en frutas y verduras solo quedan cebolla, papa, zapallo y tomate envasado, que fueron los que más incrementaron también”, cerró Ruíz.