Este martes se cumplen cinco años del hundimiento del ARA San Juan, el submarino que llevaba a 44 tripulantes y que tenía como destino la ciudad de Mar del Plata, pero que nunca llegó. En ese marco, habrá una jornada de homenajes que encabezará el ministro de Defensa, Jorge Taiana, desde las 18 en la Base Naval de esa ciudad.
La actividad, de la que participará además el jefe de la Armada, Julio Guardia, contará con la presencia de cerca de 200 familiares de las víctimas, que llegarán a la ciudad balnearia desde distintas localidades de las provincias de Buenos Aires, Salta, Tierra del Fuego, Santa Fe, Jujuy, Córdoba y Misiones.
En el homenaje, los allegados de los marinos colocarán ofrendas sobre el cenotafio que recuerda a los 44 submarinistas dentro de la terminal marítima, muelle natural del buque hasta su último viaje.
Con motivo del quinto aniversario, el municipio de General Pueyrredón y la “Comisión Amigos del Memorial al ARA San Juan” realizarán, a su vez, un homenaje desde las 10 en el monumento montado frente al ingreso a la base en memoria de los tripulantes.
Cómo fue el hundimiento del ARA San Juan
El submarino ARA San Juan (S-42) se hundía hace cinco años, un 15 de noviembre de 2017, en las profundidades del Atlántico sur como consecuencia de una serie de desperfectos técnicos que desencadenaron una tragedia en la que murieron sus 44 tripulantes, cuya recuerdo es honrado por sus familiares en un reclamo de justicia que no cesa.
En la actualidad se siguen varias causas judiciales por este hecho ocurrido durante el Gobierno de Mauricio Macri, y además un Consejo de Guerra estableció sanciones disciplinarias para los mandos superiores de la Armada con responsabilidades en ese siniestro.
El sumergible fue construido a principios de la década de 1980 en el astillero alemán Thyssen Nordseewerke y contaba con 65 metros de eslora (el largo del buque), un diámetro de casco resistente de siete metros y era propulsado por cuatro motores diésel MTU 16 V de 6720 HP.
El San Juan tuvo una reparación de media vida que se extendió entre 2007 y 2014 en el complejo Tandanor, tarea que incluyó más de 600 trabajos, entre ellos el replacado de las 960 baterías y el reemplazo de sus cuatro motores.
Familiares de los tripulantes confiaron en varias oportunidades que los marinos les habían contado que el sumergible necesitaba una reparación para continuar navegando.
En ese marco, informaciones periodísticas consignaron semanas después de la tragedia que se había reportado en el submarino un problema con el snorkel (la válvula de acceso de aire), que originó el ingreso de agua a la nave.
“Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N° 3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barra de baterías. Baterías de proa fuera de servicio al momento en inmersión propulsando con circuito dividido. Sin novedades de personal. Mantendré informado”, comunicó el comandante del ARA San Juan, el capitán de fragata Pedro Martínez Fernández, a la 7.30 del 15 de noviembre de 2017.