Las cajas de pollos estuvieron almacenadas en un depósito del barrio Altos del Paraná de Puerto Iguazú, durante casi tres días, sin refrigeración y bajo el calor, por este motivo se determinó enterrarlas en la mañana del martes.
El procedimiento se realizó el día sábado por la Prefectura Naval, y las cajas de carne no fueron refrigeradas por lo tanto dejaron de ser aptas para el consumo humano poco después de su decomiso. Por este motivo se decidió enterradas en el predio conocido como “La Tosquera”, que se encuentra dentro de “las 2.000 hectáreas”.
Vecinos del lugar se enteraron de lo sucedido, se acercaron con herramientas, desenterraron el producto, contaminado por la falta de frío y el contacto con la tierra, y se lo llevaron a sus casas.
Luego de este episodio, el procedimiento fue cuestionado por muchos vecinos de la ciudad que a través de distintas redes sociales y medios de comunicación locales expresando el repudio del accionar de la Prefectura debido al desperdicio de una gran cantidad de alimento.