Las Cataratas del Iguazú, el principal atractivo turístico de Misiones y uno de los más buscados de la Argentina, continúa padeciendo por la falta de agua en el cauce de los ríos Iguazú y Paraná por lo que el espectáculo natural cambió radicalmente de aspecto desde hace más de un mes.
Si bien el ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación consiguió, mediante negociaciones con Brasil la apertura parcial de las compuertas de la represa del Baixo Iguaçu, ubicada en el estado de Paraná, el flujo de agua que llega por el río Iguazú para desembocar en el Paraná, donde se forma el espectáculo de las cataratas, no hubo cambios rotundos.
"El caudal del río no se modificó, continúa entre 270 y 300 metros cúbicos por segundo y las lluvias se esperan para fines de mayo", le dijo a Vía País Sergio Acosta, intendente del Parque Nacional Iguazú.
Este martes el nivel del río alcanzó 7 metros de altura, mucho más elevado que el registro del pasado sábado, donde estuvo en 4,8 metros. En abril llegó a registrar una semana de cero metro, mientras que el año pasado tuvo una altura que varió entre los 9 y los 14 metros, de acuerdo a datos de Prefectura Naval Argentina.
La situación ocasiona que la mayoría de los saltos luzcan secos, algo que hubiera frustrado a miles de turistas, ausentes en el Parque Nacional Iguazú desde que en marzo el gobierno nacional decretara el aislamiento social y preventivo para evitar la propagación del coronavirus.