Un grupo de voluntarias de la localidad de Puerto Esperanza confeccionan y producen barbijos que estarán destinados a cubrir necesidades de los misioneros; del personal que se desenvuelve en el ámbito de salud pública; fuerzas de seguridad; bomberos y a todos aquellos que lo soliciten.
Con la solidaridad como motor y tomando todos los recaudos de seguridad, en momentos donde se vive una pandemia mundial, Graciela Benítez, Sandra Aranda, Mabel Ayala, Erica Caspers, Flora Báez, Zulma Rejala, Marlene Alderete y Luisa Caspers, entre otros integrantes del Sindicato de Amas de Casa (SACRA), Sede Puerto Esperanza, trabajan con materia prima que, en parte es donada por librerías y en parte comprada con recursos propios.
En esta oportunidad nuevamente se pone en valor la participación y el compromiso social ante la situación de emergencia que se vive en la región y el mundo, como movimiento basado en valores y principios de igualdad y equidad.
Los benficiarios solamente tienen que solicitar su barbijo y lo recibirán para llevar adelante sus tareas cotidianas.