En el vasto universo de las prácticas espirituales, la vela de los 7 arcángeles emerge como una herramienta fundamental para aquellos que buscan establecer conexión con entidades celestiales. Su función trasciende lo meramente ritual, ofreciendo un medio para invocar a los arcángeles y ángeles en momentos de oración y meditación.
La vela de los 7 colores se erige como un puente entre el reino terrenal y el espiritual, permitiendo a los individuos fortalecer su conexión con estos seres de luz. Su singularidad radica en que cada color de la vela representa a uno de los arcángeles, canalizando así su energía específica hacia el llamado de los creyentes desde el plano físico.
El uso de esta vela se entrelaza con diversas prácticas espirituales, siendo la oración y la meditación dos de las vías más comunes.
CÓMO FUNCIONA LA VELA DE LOS 7 ARCÁNGELES
Los 7 arcángeles son reconocidos por ser los más poderosos intercesores entre lo humano y lo divino; de hecho, cada uno de ellos tiene una misión especial y puede ayudarte en diferentes momentos de tu vida. Para invocarlos las velas siempre han sido una gran ayuda, dado que crean una conexión con estos seres espirituales para que escuchen tus peticiones.
Otra opción que ofrecen en santerías y locales comerciales de espiritualidad con 7 velas de colores y cada una corresponde a cada arcángel.
Al realizar un ritual con esta vela, se fusionan elementos de la cromoterapia y la espiritualidad. Cada color despierta atributos específicos de los arcángeles, creando un medio propicio para manifestar deseos y consolidar la unión con fuerzas cósmicas.
A CADA COLOR, UN ARCÁNGEL
Los matices de las velas, desde el rojo al violeta, simbolizan la presencia de arcángeles como Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Jofiel, Chamuel y Zadquiel. Cada uno aporta sus dones particulares al ritual, brindando guía, protección, sanación y amor.
Al encender la vela de los 7 arcángeles, se inicia un diálogo espiritual que trasciende lo tangible, se abre un canal entre el individuo y las energías celestiales, proporcionando un espacio sagrado para expresar intenciones y recibir la influencia benéfica de los arcángeles.