Se trata de la abuela de la campeona paralímpica Antonella Ruiz Díaz, quien comenzó a entrenarse para la travesía varios meses antes, y logró unir ambas ciudades en dos ruedas. Su nieta le dedicaba un mensaje en instagram.
“La primera vez bicicletee dos horas, después cuatro y finalmente llegué a las seis” contó Rosita en declaraciones a Radio máxima. Para la ocasión, renovó las ruedas a su playera que “no se desinflaron en ningún momento” , señaló la abuela ciclista.
El amor por la bici viene desde hace tiempo, ya que es su transporte favorito para hacer los mandados y trámites. Sin embargo, el entrenamiento no quedó solamente sobre ruedas sino que Rosita entrenó también en el gimnasio de su hija ya que pertenece a una familia que está vinculada desde siempre al deporte.
Hacia el final de la peregrinación, Rosa cuenta que había una chica que sentía que no iba a llegar y ella la alentó “si llego yo, vos también”. La travesía se realiza cada año de la mano de Pedal y fe “locos por la bici”, un grupo amateur, gente de Fe y con pasíon de andar en #bicicleta, que seguramente volverá a contar el próximo año con la abuela que ya afirma le gustaría volver a participar.