El juez Civil y Comercial Nº 3 quien administra el concurso preventivo otorgado en octubre del 2015, deberá decidir ahora el destino de las propiedades de la Tambera. Los productores lecheros que integran el Consejo de Administración explicaron mediante nota que ya no pueden hacerse cargo de los compromisos de Cotagú.
Mientras los viejos empleados de Cotagú, aquellos que le dedicaron toda una vida a la empresa de la economía social, se lamentan por la mala situación que les toca vivir, en la proveduría de la Tambera, la gente sigue ingresando a comprar leche, postres, yogures y lo que queda de queso.
Tras cerrar la Cooperativa Tambera, los empleados decidieron en turnos de 6 horas poder vigilar las propiedades, los tamberos miembros del Consejo de Administración realizaron una presentación ante el titular del Juzgado Civil y Comercial Nº 3 de Gualeguaychú, Leonardo Portela, explicando su situación de que ya no se pueden hacer cargo los compromisos de Cotagú.
A partir de allí, Portela quien administra el concurso de Cotagú desde octubre del 2015, deberá decidir ahora si manda todas las propiedades a remate o si los empleados pueden hacerse cargo de la empresa y otorgarle la autogestión.
En base a esto el juez tendrá que decretar la quiebra para liquidar todos los bienes de la empresa, o darle la autogestión de la Cooperativa a los empleados que quieran seguir trabajando.
"Nosotros acá estamos las 24 hs, primero porque no podemos hacer abandono de trabajo, hacemos turnos en distintas horas y otra para que la fábrica no quede sola por el tema de los robos”, explicó uno de los empleados, Germán Molina.
Son 24 empleados los que estarían dispuestos a formarla. Una vez que la tengamos formada, no con todos los productos lechero que le vendían a la cooperativa, para poder arrancar con la producción, vamos a necesitar entre 3 a 4 millones de pesos para poder capitalizarnos en materia prima para poder producir.
No obstante el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), estaría dispuesto a ofrecerles una línea de créditos blandos para poder arrancar, pero por lo pronto los empleados deberán terminar de conformar su cooperativa de trabajo y conseguir la matrícula para comenzar a diseñar su proyecto productivo.