A partir de una encuesta generada por Capymef (Cámara de la pequeña y mediana empresa), en Formosa, el universo empresarial está conformado en un alto porcentaje de Micro y Pequeñas empresas, siendo las primeras las que conforman el 81.2% del tejido comercial, industrial y de servicios. En cuanto a las Pequeñas, representan el 17.1% y tan solo el 1.7% corresponden a medianas.
Considerando el primer segmento, se desprende que la explotación de estos emprendimientos está en manos de monotributistas y pequeños contribuyentes autónomos, tratándose en su mayoría de empresas familiares, con poco o nulo respaldo financiero.
Desde el inicio de la pandemia del COVID19 y las restricciones aplicadas al sector económico ha dejado un vasto efecto de parálisis de actividad privada a la provincia, notándose que el 66.1% de los emprendimientos no han podido trabajar y el 26.3% goza de una actividad reducida. Solamente el 7.6% continúa con su operatividad normal y son de los rubros considerados como esenciales por el DNU No 297/20.
En caso de extenderse la cuarentena después del mes de abril, solamente el 9.3% de los encuestados está en condiciones de solventar los costos operativos con fondos propios. En tanto, el 42.4% de los encuestados apelará a la ayuda del Estado y el 29.7% estiman no lograrlo por considerar insuficiente la ayuda oficial. El 18.6% considera el cierre de sus empresas por el alto costo operativo y sin posibilidades de generar recursos, tal es el caso de hoteleros y un buen número de gastronómicos.
Ante la consulta sobre la intención de acceder a algunos o todos los programas públicos de asistencia a las PYMES, el 22.4% espera que el auxilio sea de la administración provincial y el 20.7% del gobierno federal. El 56.9% no cree estar alcanzado de estos beneficios, por ser monotributista o contribuyente autónomo de pequeña envergadura o directamente, por no ser considerado sujeto de crédito por las entidades financieras.
Para que su emprendimiento pueda sobrevivir a los efectos de esta pandemia, el 40.4% considera imprescindible acceder a una línea financiera a tasas bonificadas y de acceso sencillo, mientras el 26.3% cree que lo logrará si su rubro es alcanzado por la exención puede trabajar aunque sea por jornada reducida o regulada. El 27.2% considera imprescindible una moratoria fiscal y diferir las obligaciones corrientes hasta tanto se pueda generar recursos.
Solamente el 6.1% considera suspender o tomar alguna acción para con sus trabajadores ante la imposibilidad de mantener salarios y aportes sin actividad comercial y/o industrial.
Para el 74.7% de los inquilinos la inactividad de su rubro hace que considere la rescisión del contrato de alquiler por no poder solventar su costo. El 13.3% aguardará dos meses con la esperanza de alguna reactivación y solamente el 12% puede extenderse por algún tiempo más, siendo generalmente sucursales de grandes cadenas comerciales.