Familiares de la beba de cuatro meses, que falleció en el hospital de Dionísio Cerqueira (Brasil) el pasado sábado, niegan que haya habido un crimen. La madre de la beba indicó que mintió bajo amenazas de las autoridades del país vecino.
El certificado de óbito emitido por el centro de salud indicó “muerte natural por causa indeterminada”. El padre, en tanto, fue detenido en Brasil acusado de violación, según detallaron autoridades brasileñas.
La menor que falleció el pasado 30 de abril residía junto a su padre (19) y su madre (15) en un barrio de Pozo Azul. El cuerpo de la beba de cuatro meses pasó por una autopsia y los resultados se desconocen hasta el momento.
La abuela materna, en compañía de la madre de la pequeña, contaron con detalles lo ocurrido durante los días previos a la muerte de la pequeña y lo sucedido dentro del hospital de Dionísio Cerqueira. Ambas aseguraron que la niña venía desde hacía varios días con un fuerte cuadro gripal que los llevó a recurrir al Caps de Pozo Azul, al Samic de Eldorado, a una farmacia y finalmente al hospital de Dionísio Cerqueira.
“La nenita estaba mal de la gripe, en el Samic le hicieron una placa, le medicaron con paracetamol y otros remedios y le mandaron a la casa. Debía volver el lunes si no mejoraba. El sábado mi yerno me llamó porque la beba estaba peor, estaba muy asustado, yo fui y cuando la vi, no podía respirar. Estaba muy mal”, indicó abuela materna de la niña.
Sin ganas de retornar al Samic de la Capital del Trabajo decidieron recurrir a servicios de salud en farmacias del vecino país, en este caso en Dionísio Cerqueira, como suelen hacer muchas personas en esa zona.
“Fuimos yo, mi hija, mi yerno y su madre, pasamos caminando desde la frontera a la farmacia Nova, yo lleve a la beba en brazos. En la farmacia la señora me dijo que no podían atenderla porque estaba muy mal, que fuéramos al hospital”, contó.
Según la progenitora de la niña y su madre, era cerca de las 14.30 del sábado cuando solicitaron que algún personal de la farmacia las acompañe hasta el centro de salud ya que desconocían el sistema de atención. Dos hombres las acompañaron y solicitaron que atiendan la niña.
En el lugar, la madre ingresó junto a la menor mientras que la abuela materna se quedó en el sector de recepción completando la ficha de la paciente, y desde ese momento no vio más a su nieta.
En presencia de la madre, los agentes de la salud suministraron suero y medicamentos alertando que el cuadro era muy grave, que podría tratarse de meningitis o un cuadro de neumonía muy avanzado.
“Me dijeron que el remedio comenzaría actuar dentro de dos o tres horas, que me ponga a rezar y confíe en Dios. No hubo mejoría y debían ponerle en terapia intensiva, pero no tenían lugar disponible”, señaló la progenitora.
En ese momento, la enfermera le solicitó que la ayudara para cambiarle la ropa a la pequeña y, según la madre, no notó nada anormal en el cuerpo de la menor. A los minutos, dieron aviso de que no contaban con una UTI disponible y comenzaron con las gestiones para el traslado hacia el Samic de Eldorado.
En palabras de la madre, cuando le retiraron el respirador para llevarle a la ambulancia, la niña dejó de existir y comenzó la pesadilla, que fue mucho más allá del inexplicable dolor de perder a su hija.
“La doctora nos dijo que nuestra hija murió. Llamé a mi marido, él estaba devastado, sufriendo mucho, estaba todo sucio de arrodillarse y pedir por nuestra hija”, detalló la joven quebrándose en llanto. Debieron salir de la sala y a los 15 minutos la historia tuvo un giro inesperado.
De acuerdo a su testimonio, los padres ingresaron nuevamente a la sala, la niña estaba desnuda y los profesionales allí presentes dijeron que había fallecido por abuso sexual.
A los pocos minutos llegaron efectivos de la Policía Civil y en móviles diferentes fueron trasladados el padre por un lado y la abuela materna junto a la madre por otro. Desde ese momento no tuvieron más contacto con el principal y único sospechoso, quien aún se encuentra detenido.
Una médica había solicitado que el cuerpo sea sometido a autopsia, a lo que los padres concordaron, ya que estaban en total desacuerdo con la acusación. El estudio, detallaron, fue realizado, pero aún se desconoce el informe final. La familia únicamente cuenta con el certificado de óbito en el que se señala “muerte natural por causas indeterminadas”.
En diálogo con la prensa brasileña, Lucas Almeida, delegado de la Policía Civil al frente del caso, dijo que fue la adolescente quien confesó que su hija era víctima de abusos y que no había contado nada porque estaba amenazada de muerte.
Sin embargo, la muchacha aseguró que existieron amenazas, que fue inducida a mentir y que la pequeña estaba “sanita”.
“En la comisaría me separaron de mi mamá y ya en el hospital me decían que yo estaba encubriendo a mi marido. Los policías me decían que si yo no contaba la verdad era la culpable. Yo seguía diciendo que mi hija tenía gripe, que me estaban presionando a incriminar a un inocente. Estaban muy impacientes, me gritaron, y después dijeron que mi marido confesó el crimen”.
Y continuó: “Yo me desesperé porque me dijeron que no era una madre, que éramos unos monstruos y que en la cárcel de menores me iban hacer peor de lo que le habíamos hecho a mi hija. Entonces yo dije que el culpable era mi marido, todo lo que dije yo inventé porque estaba muy afligida, pero no dije nada más que eso. Luego me liberaron y a mi mamá también. Les pedimos el papel de la autopsia y no nos dieron nada”.
“Yo mentí, mi marido es inocente, nuestra hija no murió por ‘estupro’, tenía gripe”, aseveró.
Por su parte, haciendo referencia a su paso por la comisaría del vecino país, la abuela manifestó: “Ellos nos amenazaban, a mí no tanto, más a mi hija, porque querían que de todas formas ella diga quién fue que hizo aquello con la beba, siendo que ellos hicieron algo, ahora para cubrirse culpan a mi yerno y a mi hija. A lo último dijeron que mi yerno acusó a mi hija, ella se asustó y le decían que ella tenía que acusar a mi yerno, y fue lo que hizo estando en pánico. Todo lo que está en la declaración ellos inventaron”.
En lo que respecta al acusado, otros familiares, lo calificaron como “un buen y trabajador muchacho, que no tiene ningún antecedente y en todo momento buscó atención para la menor”.
Fuente: El Territorio