En un giro escalofriante, dos policías pertenecientes al Comando Radioeléctrico de Bernardo de Irigoyen han sido arrestados bajo acusación de “apremios y privación ilegítima de la libertad” a un joven de 23 años.
La operación de detención fue llevada a cabo por la Gendarmería Nacional siguiendo una orden emitida por el Juez de Instrucción Número 1 de San Pedro, Ariel Belda Palomar, quien supervisa el caso que involucra a los agentes de la Provincia.
El incidente se desencadenó cuando un joven de 23 años, quien se gana la vida realizando trabajos temporales en la zona fronteriza con Brasil, presentó una denuncia escalofriante. El informante alega haber sido interceptado por los dos oficiales acusados mientras caminaba por la Avenida Juan José Junes de Bernardo de Irigoyen.
Según la versión que el joven presentó inicialmente a la comisaría local y luego a la Fiscalía de Instrucción de San Pedro, los dos policías presuntamente lo obligaron a subir a un vehículo policial y lo llevaron a las afueras de la ciudad, cerca de un vertedero. Allí, supuestamente lo sometieron a una brutal golpiza y lo rociaron con gasolina, amenazándolo con prenderlo fuego.
Después de este espeluznante episodio de violencia, los oficiales habrían llevado al joven herido hasta las inmediaciones de la Terminal de Ómnibus, donde finalmente lo liberaron, pero no sin antes proferirle amenazas de muerte si se atrevía a denunciarlos.
El joven, gravemente herido, logró llegar a su hogar por sus propios medios. Posteriormente, sus familiares lo trasladaron al hospital local, donde recibió médica y permaneció en observación durante un período. Fue después de este incidente que el joven decidió formalizar su denuncia contra los dos agentes.
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Los dos efectivos se enfrentan a graves acusaciones de “privación ilegítima de la libertad y apremios”, pero aún se desconocen los motivos detrás de la presunta detención del joven denunciante.