La famosa cadena de restaurantes Hooters, conocida por sus camareras con poca indumentaria y su oferta de pollo frito, enfrenta una situación financiera crítica que podría llevarla a la quiebra en menos de dos meses.
Según Bloomberg, la empresa, que cuenta con más de 300 sucursales en Estados Unidos, ha reconocido sus problemas económicos y está luchando por encontrar una solución que le permita mantenerse a flote.
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Factores que agravan la crisis de Hooters
El auge del comercio electrónico, los cambios en las preferencias de los consumidores y los desafíos económicos han golpeado fuertemente a las grandes cadenas minoristas en Estados Unidos, y Hooters no ha sido la excepción. La empresa ya había admitido previamente que mantenía deudas de 300 millones de dólares, lo que la llevó a buscar una salida a través de conversaciones urgentes con prestamistas.
En un intento por evitar la quiebra, la cadena está negociando un plan de pago y una posible reestructuración de su deuda. Para ello, han recurrido al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras, que permite a las empresas reorganizarse mientras siguen operando. Además, contrataron a un bufete de abogados especializado en reestructuración empresarial, Ropes & Gray, y se han asesorado con el banco de inversión Houlihan Lokey, lo que subraya la gravedad de la situación.
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A lo largo de 2024, Hooters tomó la decisión de cerrar alrededor de 40 de sus restaurantes en diferentes estados como Florida, Kentucky, Rhode Island, Texas y Virginia. Estos cierres, destinados a reducir costos y mejorar el rendimiento de la empresa, no han sido suficientes para revertir la crisis, y la compañía se enfrenta a la posibilidad de entrar en bancarrota en los próximos dos meses si no se encuentran soluciones inmediatas.
El caso de Hooters forma parte de una tendencia más amplia que afecta a las grandes cadenas minoristas en Estados Unidos. Muchas empresas del sector han tenido dificultades para mantenerse competitivas en un entorno económico cambiante, caracterizado por una mayor competencia del comercio electrónico, las altas tasas de inflación y el cambio en los hábitos de consumo de los clientes.
El futuro incierto de Hooters
Los próximos meses serán cruciales para el futuro de Hooters. Si bien la empresa aún no ha declarado la quiebra oficialmente, las fuentes cercanas aseguran que la situación es insostenible a menos que logren un acuerdo con los prestamistas y consigan una reestructuración efectiva. El desenlace de este proceso podría ser determinante no solo para la cadena, sino también para el sector de restaurantes tradicionales en Estados Unidos, que enfrenta retos similares.